El club merengue ha culminado una autoritaria goleada con las dianas convertidas por Jude Bellingham, Rodrygo Goes, Brahim Díaz y Luka Modric. Pese al tanto de El Comandante Morales, el Real Madrid duerme como líder momentáneo de Primera División (a la espera del Girona).
Una vez que tanto Atlético de Madrid como FC Barcelona han fallado en sus respectivos duelos de este fin de semana, el Real Madrid se frotaba las manos al respecto. Todo ello, claro está, porque el actual campeón de la Copa del Rey podría dar un golpe encima de la mesa para dejar tocados a sus dos adversarios en la carrera por el trofeo liguero. Sin descuidar la extraordinaria campaña que está realizando el Girona, los blancos se preparaban para el desafío del Villarreal.
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Carlo Ancelotti resolvería (en esta ocasión) el debate de la portería a favor de Andriy Lunin, quien se impondría a Kepa Arrizabalaga en la lucha por la titularidad. Por delante, una línea de cuatro piezas en la defensa con la presencia de Lucas Vázquez, Antonio Rüdiger, David Alaba y Ferland Mendy. Toni Kroos, Fede Valverde, Luka Modric y Jude Bellingham pondrían la magia en la parcela ancha, siendo los hilos conductores del juego con Brahim Díaz y Rodrygo Goes.
Por lo que respecta a la disposición táctica de Marcelino García Toral, se mantendría fiel (como era previsible) a su inamovible 4-4-2. El guardián de sus dominios sería Filip Jörgensen, un cancerbero que estaría escoltado por Adrià Altimira, Raúl Albiol, Aïssa Mandi y Alfonso Pedraza. La estabilidad en el doble pivote se produciría con Étienne Capoue y Dani Parejo, ofreciendo dinamismo a Ilias Akhomach y Álex Baena para enganchar con Gerard Moreno y José Luis Morales.
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El Real Madrid va muy en serio a por el título
La declaración de intenciones de ambos equipos sería clara, al igual que diametralmente opuesta. Los blancos se embarcarían con todo a partir de la calidad de muchos de sus futbolistas, mientras que el Submarino Amarillo aguardaba replegado en su parcela. Una táctica con la que buscaba alguna transición rápida, pero se vería sometido por el huracán de continuas llegadas de su adversario. Un conjunto madrileño que viene lanzado a estas alturas de la campaña.
Es más, la incesante y elevada presión que estaba efectuando el 14 veces ganador de la Champions se estaba convirtiendo en un quebradero de cabeza para los castellonenses. Altimira sufriría en más de una ocasión en la salida desde atrás, a lo que cabe matizar que se estaba produciendo un auténtico monólogo merengue en el césped. Jörgensen realizaría dos intervenciones para sostener a los suyos, aunque claudicaría frente a un Bellingham que resolvería con mucha calidad al recibir el regalo navideño del genio Modric en el Santiago Bernabéu (1 – 0).
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A continuación, tendría lugar un cambio forzado en cada club por los problemas físicos de Baena y Alaba (apunta a lesión grave de rodilla). Dos hombres que serían reemplazados por Ramón Terrats y Nacho Fernández, respectivamente. En una acción corroborada por el VAR, Rodrygo ampliaría la renta de los de Carletto en las postrimerías de la primera mitad (2 – 0). Alexander Sörloth saltaría al césped en detrimento de un renqueante Gerard, pero sería El Comandante Morales el que daría una vida extra al Villarreal (2 – 1). No obstante, una obra de arte de Brahim sellaría el triunfo del Real Madrid (3 – 1). Una goleada que cerraría Modric (4 – 1).
Así está la clasificación en Primera División
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