La explosión de Ryan Gravenberch
El Liverpool ha realizado múltiples fichajes costosos en los últimos tiempos pero ninguno le ha dado el rendimiento de Ryan Gravenberch, que aunque no fue tan caro, se antoja fundamental en el esquema de Slot.

El Liverpool firmó una temporada 2024-2025 tremendamente buena cuando nadie lo esperaba. Después de la era Klopp, todo apuntaba a un año de transición en el que no se tocara metal y la realidad es que se levantó la Premier League y en la UEFA Champions League fueron eliminados por el campeón teniendo que recurrir a la tanda de penaltis en una eliminatoria soberbia.
El estilo de Slot se caracteriza por una presión intensa y jugar al ataque todos los minutos que se puedan, con incorporaciones constantes de los centrocampistas y de los laterales para causar superioridad, pero para que todo ello funcione, cuentan con un arma secreta, un Ryan Gravenberch que aborta contra golpes como si no costara y además no desentona en salida de balón.
Después de un primer año muy apagado, en el que de hecho se rumoreó con una vuelta al Ajax de Ámsterdam, Slot ha sabido sacar la mejor versión de Gravenberch desde la posición de pivote, en vez de la de interior, en la que venía jugando en anteriormente. Lo cierto es que su corpulencia no invitaba a situarle en una demarcación en la que la agilidad para girarse es tan importante y lo está solventando de maravilla.
Aunque es consciente de que debe mantener la posición en casi todas las fases del encuentro, de vez en cuando no renuncia a su naturaleza de llegador, rompiendo líneas en conducción, lo cual facilita tremendamente la transición del equipo de defensa ataque sin tener que dar una gran cuantía de pases. Su exuberancia y buen control de la pelota se lo permiten.
Cuando el rival aprieta alto o hay que desorganizar un bloque bajo, Ryan no tiene problema en darle el balón a Alexis MacAllister y adoptar un rol secundario en la secuencia del juego, ayudando a la circulación, pero sin ser el que la dicte, toda una lección de inteligencia de un tipo que sabe perfectamente cuáles son sus defectos y sus virtudes sobre un terreno de juego.
Ryan Gravenberch, de 23 años de edad, disputó 49 partidos con el Liverpool la temporada pasada entre todas las competiciones, superando los 4.200 minutos de juego, en los que no marcó ningún gol pero sí dio cuatro asistencias.
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