El centrocampista galo Eduardo Camavinga desea abandonar el Rennes este mismo verano. Si no quiere que vuelva a repetirse lo que ya ocurrió con Kylian Mbappé, el Real Madrid está obligado a pelear su fichaje.
En el verano de 2017, el francés Kylian Mbappé abandonó la disciplina del AS Mónaco para enrolarse en las filas del París Saint-Germain. Por el camino quedaron numerosas ofertas, entre ellas la de un Real Madrid que no se atrevió a garantizarle un puesto de relevancia en una plantilla aún liderada por la BBC.
Con el tiempo, ha quedado claro que los blancos cometieron un error. Ahora, ya consagrado como uno de los puntas más decisivos del mundo, el galo ha adquirido un valor que complica, y mucho, su posible desembarco en un club que ha sido duramente castigado por el coronavirus.
Ahora o tal vez nunca
Aunque es cierto que su impacto es infinitamente inferior al de Mbappé, los de Chamartín se enfrentan ahora a una situación similar con otro de esos nuevos talentos del panorama europeo, el también francés Eduardo Camavinga. El centrocampista, de solo 18 años, desea abandonar el Rennes este verano y, por tanto, obligará a los blancos a valorar si presentan una oferta o dejan pasar la oportunidad.
En caso de pasar a la acción, los de Concha Espina deberán superar la dura competencia de clubes de la talla de Chelsea y Manchester United e invertir entre 30 y 40 M€ en su fichaje. Si prefiere no moverse, "el Madrid se expone a vivir un nuevo caso Mbappé, al que pudo fichar por 180 millones desde el Mónaco en 2017 y al que, muy probablemente, ya no podrá disfrutar", concluye el diario As.
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