La plantilla del Nápoles realizó un motín el pasado 5 de noviembre, donde la plantilla rechazó concentrarse por motivo a lo extensa que sería la propia concentración. El presidente, Aurelio De Laurentiis, exageró los días de concentración, algo que no gustó a los jugadores. El club multará ahora a los jugadores por el supuesto acto rebelde.
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Según La Gazzetta dello Sport, las sanciones costarán entre el 25% y el 50% del sueldo bruto de este mes y serán distintas para cada uno de los jugadores. El jugador más castigado será el brasileño Allan (28 años): el centrocampista tendrá que desembolsar alrededor de 200.000 euros debido a su fuerte discusión con el hijo del presidente. Aseguran que «llegó a rozar el encontronazo físico». El club piensa recaudar alrededor de 2.5 M€ con estas sanciones.
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