La alegría por ganar la Premier League se da por segura, pero a partir de ese logro que se cerrará pronto, los de Jürgen Klopp apenas tendrán incentivos.
Quedaba apeado el Liverpool de la Liga de Campeones en su último partido antes del parón por el Covid-19. Una gesta del Atlético de Madrid en Anfield, contra pronóstico y gracias entre otras cosas a las buenas actuaciones de Jan Oblak, si bien los de Jürgen Klopp dejaron buena imagen.
Ese milagro colchonero cerraba el fútbol de élite antes de la pandemia, y afortunadamente ya han vuelto varias competiciones. La última la Premier League inglesa, también entre estrictas medidas de seguridad y con el equipo del Merseyside a punto de cantar el alirón.
Una pretemporada diferente
30 años han esperado en Anfield para este día, que desgraciadamente lo deberán vivir sin grandes fastos por la situación que todos conocemos. Celebraciones privadas, austerasy virtuales después de tanta espera. Y después quedarán unos cuantos partidos sin nada en juego para este club que cimentó su actual éxito en toda una gran temporada.
Por eso, sin el aliciente de jugar en agosto la Liga de Campeones, a la espera también de ver cómo arranca y en qué fechas el siguiente curso, los partidos que resten deberán servir al entrenador para preparar el nuevo ejercicio, después de tantos meses de parón.
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