La hora de la verdad había llegado para Real Oviedo y Mirandés. Todo ello, por supuesto, a raíz de la celebración del choque de vuelta de la final del playoff de ascenso a Primera División. En cuanto al primer asalto, las tropas comandadas por Alessio Lisci se habían llevado el gato al agua por la mínima en su feudo.
En esta ocasión, la marea carbayona pretendía llevar en volandas a los suyos en Carlos Tartiere que presentaba un ambiente espectacular. Eso sí, la escuadra jabata tomaría la delantera gracias al acierto de Joaquín Panichelli. Por su parte, el sempiterno Santi Cazorla convertiría al empate al no perdonar desde el punto fatídico antes del descanso. Ilyas Chaira desataría la euforia en el conjunto asturiano, mientras que Francisco Portillo -en la prórroga- sellaría la vuelta del Oviedo a la élite del balompié nacional.
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