La mala planificación de la plantilla pasa factura a la escuadra catalana, que a cada partido pierde efectivos de una manera alarmante.
La visita a Nápoles deja al FC Barcelona con un resultado aceptable (1-1) pero con muchas más dudas de las que llegó al Stadio San Paolo. Cierto es que la vuelta será dentro de tres semanas, muchas cosas pueden suceder hasta entonces y el Camp Nou suele ser un factor importante.
Pero también parece claro que al cuadro culé comienzan a crecerle los problemas, fruto de una mala planificación hace tiempo anunciada. Anoche en Italia hasta algunos de los jugadores como Sergio Busquets o Ivan Rakitic se atrevían a alzar la voz al respecto, señalando directamente a una cúpula más que cuestionada.
"Tenemos una plantilla corta, pero esto ya lo sabían los responsables. La solución es la que es. Los que estamos vamos a juntar nuestras fuerzas porque tenemos un partido muy importante en la vuelta", explicaba el croata, que fue uno de los que pudo ser vendido y cuyo rendimiento también está siendo pobre.
Las bajas de Luis Suárez, Ousmane Dembélé, Sergi Roberto, Jordi Alba… dejaron a Quique Setien solamente con 14 fichas de la primera plantilla ayer. Gerard Piqué es duda para el Clásico, pero para la vuelta ni Sergio Busquets ni Arturo Vidal estarán. Y en enero volaron Carles Aleña, Carles Pérez y Todibo…
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