Punto de inflexión en la carrera de Luka Jovic

No todos los jugadores están hechos para triunfar en el Real Madrid, y las expectativas que había generado Luka Jovic, anotando 27 goles y repartiendo 6 asistencias en ese Eintracht de Frankfurt que después de su salida fue campeón de la Europa League, se disiparon en un conjunto blanco en el que apenas contó con minutos.

El peso de su traspaso, esos 63 millones de euros que se desembolsaron pensando que podría ser, a la larga, el relevo de Benzema, le pesaron desde un principio, y es que el Santiago Bernabéu no le perdonó que solo anotara dos goles en su primera campaña como merengue.

El retorno a Alemani no sirvió de nada

Buscando que pudiera volver a encontrar esas sensaciones que le habían convertido en una de las sensaciones de la Bundesliga, volvió al Eintracht como cedido durante algunos meses de la temporada 2020-2021, pero aunque sumó a su cuenta cuatro dianas, el rematador voraz de su primera etapa no apareció más.

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Resignados ante su pobre rendimiento, desde Chamartín asumieron que saliera como libre hacia la Fiorentina, sin recuperar nada de esa potente inversión que se realizó por él en su día, pero al menos liberando los millones que cobraba de ficha cada curso. Aún así, en Florencia tampoco cuajó y rápidamente se movió al AC Milan.

A los 27 años, este verano se antoja clave para su futuro, ya que su contrato con los rossoneri finaliza este mismo junio, y la propuesta de jugar el Mundial de Clubes atrae y mucho al serbio. Botafogo se ha mostrado interesado en su incorporación, pero tal y como informa Matteo Moretto, el Milan se plantea una ampliación con un salario de 2,5 millones de euros al año.