Tras constatar que Ousmane Dembélé no tiene intención de ampliar su contrato, la directiva del FC Barcelona debe ahora decidir si se deshace del jugador en enero o le mantiene en su plantilla hasta que concluya la actual temporada.
El futuro de Ousmane Dembélé pasa por abandonar el FC Barcelona. Tras varias semanas de intensas negociaciones, el atacante francés ya ha comunicado a la directiva azulgrana que no tiene intención de ampliar su actual contrato. El motivo: la oferta económica que le ha hecho llegar el club se queda a enorme distancia del astronómico sueldo solicitado.
Asumida la decisión del futbolista, al Barça le toca ahora gestionar su futuro inmediato. Sobre la mesa, tres opciones. La primera, la de negociar una venta durante el presente mercado invernal. Tal y como cuenta Sport, esta opción se antoja casi una utopía, ya que ni el galo está por la labor de salir traspasado ni existe ahora mismo ningún club dispuesto a pagar cantidad alguna por un jugador que quedará libre en unos meses.
Dos vías más
La segunda también resulta complicada. Ésta pasaría por negociar la rescisión de su contrato. De esta forma, la entidad podría al menos ahorrarse el pago de su ficha y dejar espacio para el fichaje de un nuevo delantero (tal vez el madrileño Álvaro Morata). Eso sí, como bien añade el rotativo, "para que esto sea posible también es necesaria la aprobación del jugador porque la vía unilateral podría acabar en los juzgados y no solucionaría nada en lo que a los números se refiere".
Por tanto, ahora mismo, la solución más viable es la tercera, la que pasa por mantener al futbolista hasta el término del curso. En dicho caso, el francés no será castigado con la grada, ya que Xavi Hernández entiende que es un jugador válido y no está por la labor de generar tensión alguna dentro del vestuario.
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