Tras unos años de incertidumbre institucional entre ambos clubes, la llegada de Joan Laporta ha servido para limar asperezas con Florentino Pérez.
Pese a que ambos equipos se encuentran a una distancia sideral entre sí, parece claro que el FC Barcelona necesita al Real Madrid y viceversa. Los mejores momentos de un club han impulsado al otro a ir más allá y mejorar exponencialmente. Lo podemos ver con la época de los galácticos y el posterior Barça de Ronaldinho o el antídoto José Mourinho para frenar a Pep Guardiola.
En la actualidad, ambos equipos están en las antípodas: mientras los blancos ganan y optan a todos los títulos, los blaugrana se encuentran en una transición que deberán pasar tras el adiós de Leo Messi. No obstante, los rivales se respetan enormemente, más aún si tenemos en cuenta el proyecto compartido de la Superliga entre manos.
Pacto de no agresión
Tal y como apunta Marca en ese sentido, Laporta y Pérez habrían llegado a un acuerdo no escrito en el que ambos equipos no se entrometerían en las renovaciones de sus jugadores para inflar el precio de un nuevo contrato. Este caso apuntaría directamente a los rumores de una injerencia del Madrid por Ronald Araújo.
No obstante, este pacto no contemplaría la situación de un futbolista en sus últimos 6 meses de contrato, como podría ser Ousmane Dembélé o Isco. En temas de mercato, como el interés sobre Erling Haaland no existen amistades ni pactos, con una guerra entre ambos clubes para hacerse con los servicios del ariete noruego.
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