En el verano de 2010, el brasileño Felipe Melo perdió una oportunidad única. El actual centrocampista del Palmeiras ya había acordado su traspaso al Real Madrid, pero durante la disputa de los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica propinó un pisotón al por entonces jugador blanco Arjen Robben y el pacto saltó por los aires.
"Ya teníamos todo acordado en ese momento, teníamos todo acordado. Pero, bueno, pasó y ya está. Me quedé en la Juve y después me fui al Galatasaray. ¡Y mire qué bonito! Allí me convertí en el mejor brasileño del fútbol turco ganando trofeos: ocho en cuatro años. Eso es increíble. ¿Si hubiese jugado en el Real Madrid podría haber hecho historia? Sí, pero quizás no tendría la idolatría que tengo hoy en el Galatasaray, un club que está en mi corazón para siempre (...) Jugar en el Madrid le gusta a todo el mundo. Cuando te llama el Madrid o el Barcelona lo tienes que dejar todo y jugar. Son dos equipazos, dos clubes increíbles. Me hubiese gustado jugar en el Real Madrid", reconoció durante una entrevista concedida a As.
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