La final, disputada en Arabia Saudí, apenas tendría historia. Todo ello porque el conjunto de Simone Inzaghi impondría su ley con autoridad en este Derby della Madonnina. Los goles llegarían gracias al acierto de Federico Dimarco, Edin Dzeko y Lautaro Martínez.
Después de acoger el Clásico entre Real Madrid y FC Barcelona, choque que se saldó con el triunfo azulgrana, Arabia Saudí se vestía de gala una vez más. En esta ocasión, con motivo de la gran final de la Supercoppa de Italia en Riad. Por un lado, irrumpía en acción el AC Milan como flamante campeón de la siempre prestigiosa Serie A. Por el otro costado, aparecía un Inter de Milán que desea recuperar su mejor versión de la mano de Simone Inzaghi.
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Stefano Pioli se presentaría en este Derby della Madonnina con un Tatarusanu que está cubriendo la baja de un Maignan que sigue trabajando en su recuperación. Por delante, cuatro piezas del nivel de Calabria, Kjaer, Tomori y Theo Hernández (ex de nuestra Liga) para conformar el entramado defensivo de los suyos. La medular estaría liderada por la calidad de Tonali y Bennacer, dejando la búsqueda del gol a Messias, Brahim Díaz, Leao y Giroud.
Los zarpazos de Dimarco, Dzeko y Lautaro
Por su parte, Inzaghi optaría de entrada por un Onana que se ha ganado a pulso la confianza de la cúpula directiva de los nerazzurri. Un cancerbero que estaría resguardado por Acerbi, Bastoni y el codiciado Skriniar en un sistema de tres centrales. La profundidad en los costados correría a cargo de Darmian y Dimarco, decantándose por Barella, Çalhanoglu y Mkhitaryan para aportar la magia en la parcela ancha. Y qué decir de la pareja de baile de Dzeko y Lautaro Martínez.
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La puesta en escena del Inter sería sensacional, demostrando su ambición y su intensidad para decantar la balanza de manera favorable para sus intereses. Después de una triangulación colectiva exquisita, Federico Dimarco enviaría el cuero al fondo de las mallas de la portería custodiada por Ciprian Tatarusanu (0 – 1). Casi sin margen de reacción para los rossoneri, Edin Dzeko ampliaría la renta de los suyos (0 – 2). En el tramo decisivo de la batalla, Lautaro Martínez confirmaría el trofeo de un Inter que reinaría en la Supercoppa (0 – 3).
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