El inicio de temporada de Getafe convertía al equipo en uno de los claros candidatos al descenso. Sin la filosofía de juego de José Bordalás, el conjunto azulón había perdido la solidez defensiva característica de las últimas temporadas. Los madrileños recibían al Cádiz ocupando el farolillo rojo, obligados a ganar para no tirar una temporada que empezaba a ponerse cuesta arriba. Por su parte, los gaditanos visitaban el Coliseum Alfonso Pérez buscando una victoria que alejara a los fantasmas del descenso.
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El partido empezaría de la mejor de las maneras para los de Quique Sánchez Flores. Un centro lateral de Damián Suárez encontraría la cabeza de Mathías Oliveira, y el Getafe se adelantaría a los 7 minutos. Los locales doblarían la ventaja en el electrónico con una jugada muy parecida, esta vez a balón parado. Un gran centro de Mauro Arambarri era conectado con un potente testarazo de Jorge Cuenca, poniendo el 2-0 en el marcador para los del sur de Madrid.
El Getafe volvería a percutir la portería de Jeremías Ledesma utilizando la misma fórmula que en los otros dos goles: un centro lateral desde la parte derecha del campo rematado por un futbolista azulón. Mauro Arambarri volvía a ser el creador del gol, mientras que el remate corría a cargo de Enes Ünal, en su cuarto gol del curso. Los locales tendrían tiempo, en el descuento para aumentar todavía más la distancia, gracias a un tanto de Jaime Mata. El 4-0 final supone una gran inyección de ánimo para una escuadra que aspira a salir de la zona de descenso lo antes posible
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