El sensacional arranque de curso del nuevo Benfica

1. Ésa es la cantidad de victorias consecutivas que suma ya esta temporada el Benfica. Los encarnados superaron con éxito y contundencia las dos rondas previas de la Liga de Campeones (ante el FC Midtjylland y el Dinamo de Kiev) y han saldado con triunfos las siete jornadas de Primeira Liga disputadas hasta la fecha y los dos compromisos de la fase de grupos de la citada Champions.

Detrás de este sensacional arranque se esconde la más que solvente gestión de una directiva que pese a dar salida a jugadores de la talla de Darwin Núñez, Roman Yaremchuk, Éverton. Pizzi, Jan Vertonghen o Julian Weigl ha sabido invertir con eficacia parte del dinero obtenido con los traspasos (127,8 M€).

Fichajes eficaces y un entrenador adecuado

Durante el mercado estival, los lisboetas se gastaron unos 65,8 M€ en la contratación del extremo David Neres; los centrocampistas Enzo Fernández, Fredrik Aursnes y Julian Draxler (cedido a bajo coste por el PSG), o los zagueros Alexander Bah y Petar Musa. Todos ellos se han adaptado sin grandes problemas a su nuevo equipo y han ofrecido un rendimiento muy notable que justifica, en buena medida, el éxito actual.

La otra gran parte del mérito hay que adjudicársela a Roger Schmidt. Tras poner fin a su etapa en el PSV, el técnico alemán aceptó el reto de regenerar y relanzar a un conjunto sumido en una cierta mediocridad y, por el momento, su trabajo está dando los frutos esperados. El preparador ha aplicado al dedillo su libreto de presión, verticalidad y fútbol veloz y ha conseguido dotar al Benfica de los mecanismos necesarios para imponerse tanto ante rivales que se afanan por defender su área como a oponentes que tratan de jugarle de tú a tú.

En casos así, las estadísticas también suelen ser reveladoras. Los del Estadio da Luz acumulan nada menos que 35 goles a favor y apenas 6 en contra, datos que certifican el dominio que en cada choque e independientemente del rival suele ejercer el equipo. Lógicamente, las conclusiones habrá que sacarlas al final del curso, pero parece claro que, a día de hoy, los aficionados del conjunto luso tienen derecho a ilusionarse.