Los catalanes salvan un empate en otro mal partido donde desperdiciaron la primera mitad de forma clara. Xavi Hernández sigue sin dar con la tecla. Los madrileños plantearon un encuentro valiente con premio.
Con el esperado regreso de La Liga ya cerrado ayer, este sábado volvía el fútbol. El Rayo Vallecano recibía al FC Barcelona en un estadio que se le ha dado realmente mal a los culés en las últimas temporadas. La ausencia de Gavi se hacía notar pero Frenkie De Jong volvía al terreno de juego y era además titular y capitán, mientras en el bando local destacaba la ausencia de Álvaro García, clave para Francisco.
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Con estos factores definidos, el partido se pareció mucho en el primer acto a lo que esperaban los locales. Presión alta de la que los catalanes eran incapaces de salir con claridad, especialmente sin Marc-André ter Stegen. Solamente Lamine Yamal llevaba peligro desde la banda izquierda con acciones individuales, y De Jong daba algo de luz a los visitantes. Pero el plan de los franjirrojos salía a la perfección, aunque les faltaba la puntería en el comienzo.
Isi Palazón y Óscar Valentín no acertaban en sus oportunidades. Pero sí lo haría finalmente Unai López en el 39', de forma quizás poco ortodoxa y esperada, al recoger un rechace tras una falta y colocar un buen gol desde larga distancia que sorprendía a un descolocado Iñaki Peña. Gol celebrado dos veces en Vallecas porque hubo suspense ante una posible rectificación del VAR que no llegaba, pero que permitió a los madrileños marcharse en ventaja al descanso.
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El FC Barcelona reacciona a medias
Se esperaba monólogo del FC Barcelona por tanto en la segunda mitad en busca de la remontada. Oriol Romeu hizo un último servicio en forma de amarilla evitando una contra de Jorge De Frutos. Los culés llegaron con más asiduidad al área local, pero sin acierto en las cabezas de Ferran Torres, Pedri o Iñigo Martínez. El canario seguía claramente falto de ritmo y dio entrada Xavi Hernández a Ilkay Gündogan y Joao Felix en busca de aires frescos.
El dominio visitante siguió pero los minutos corrían en contra. Si además de desperdiciar la primera parte te falta gol, todo es más complicado como así experimentaba el cuadro culé. Que ya solamente esperaba la épica o alguna acción puntual como el disparo de Raphinha al palo en el 76'. Y llegaba en el 83' ese empate cuando Alejandro Balde ganaba línea de fondo, servía a Robert Lewandowski pero Florian Lejeune se anotaba el gol en propia meta.
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Los azulgranas no mantuvieron en cambio el control en la recta final, y de hecho el Rayo Vallecano se asomaría más al área de Iñaki Peña en ese tramo del encuentro. Se pidió también penalti en el 94' sobre Raphinha de Pacha Espino que no fue estimado. Pero no llegó la remontada y el FC Barcelona al final se deja dos puntos tras derrochar la primera parte de forma clara. Y los franjirrojos vuelven a ser la bestia negra de su rival, sumando un meritorio punto en la decimocuarta jornada.
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