Valencia: El gran reto de Juan Antonio Pizzi

Las ideas de Juan Antonio Pizzi comienzan a germinar. Tras un arranque complicado, el preparador argentino ha sido capaz de dar con la tecla y recuperar buena parte del carácter combativo que tradicionalmente ha caracterizado al Valencia.

Como siempre, los resultados han sido los que han terminado refrendando su trabajo. Cuatro jornadas sin conocer la derrota y dos convincentes victorias ante FC Barcelona (2-3) y Real Betis (5-0) han evidenciado que los ché ya son capaces de competir con cualquier rival, condición indispensable para volver a soñar con la Champions League.

Eso sí, el reto de recuperar su hueco en la máxima competición europea se antoja mucho más que exigente. Actualmente son 13 los puntos que le separan del Athletic de Bilbao, cuarto clasificado, por lo que de aquí a que concluya el curso, el cuadro de Mestalla podrá permitirse muy pocos tropiezos.

Pero el efecto Pizzi también tiene mucho que ver con la transformación que ha sufrido la plantilla valencianista durante el mercado invernal. Por la puerta de salida han desfilado Adil Rami, Éver Banega, Hélder Postiga, Dorlan Pabón y Andrés Guardado, jugadores que han sido reemplazados por el central Phlippe Senderos, el centrocampista Seydou Keita y los atacantes Vinicus Aráujo y Eduardo Vargas. Todos ellos han ayudado a ventilar un vestuario en el que el aire se había vuelto ya irrespirable.

Aunque la gran revolución ché podría llegar con el cambio de dueño, Pizzi ya ha logrado algo muy importante: devolver la ilusión a una afición cansada de polémicas y disputas. Eso sí, el argentino también sabe que la exigencia será muy alta y que esos mismos aficionados que ahora le aplauden no dudarán en dedicarle música de viento si los resultados se vuelven en su contra.