El Atlético de Madrid no pierde de vista las evoluciones de dos de sus cedidos, el ilicitano Saúl Ñíguez y el madrileño Álvaro Morata. De lo que ocurra con ambos dependerá, y mucho, la planificación del curso que viene.
El pasado verano, el Atlético de Madrid facilitó la cesión de dos jugadores que estaban llamados a jugar un papel decisivo en años venideros, pero que, por unos motivos u otros, finalmente se quedaron sin espacio en los planes de Diego Simeone: el centrocampista Saúl Ñíguez (26 años) y el delantero Álvaro Morata (29).
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En ambos casos, la directiva agilizó su marcha con el deseo de que pudieran dejar interesantes beneficios en el futuro a medio plazo. En el caso del primero, la opción de compra que maneja el Chelsea es de 40 M€; mientras que en el del segundo, la de la Juventus se sitúa en 35 M€.
Expectativas pesimistas
A día de hoy, la posibilidad de ingresar esos 75 M€ resulta muy baja. En primer lugar, porque Saúl juega un papel tan secundario en los blues que hasta ya se ha hablado de su posible adiós a Stamford Bridge en enero. Y en segundo, porque la Juve desea rebajar considerablemente el dinero pactado por un ariete que le resulta interesante, pero no a cualquier precio.
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En caso de que ambos regresen a la capital de España, el Atlético dirá adiós a un importante ingreso y se topará con, tal y como cuenta As, un problema serio: el de buscar salida para dos futbolistas que no tienen sitio en el club y que perciben un salario sin duda elevado.
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