El atacante francés ha pasado de transferible a jugador importante para Ronad Koeman. Su futuro sigue en el aire pero nadie lo mueve por ahora del once titular.
Salió Antoine Griezmann para hacer sitio a un tercer central pero en el doble duelo de hace unos días ante el Sevilla, claves ambos en la temporada del FC Barcelona, Ousmane Dembélé era un fijo. Y los dos partidos comenzaron con este jugador abriendo el marcador, de manera diferente pero mostrando su calidad.
Y es que ha costado casi cuatro años pero al fin vemos a un jugador que marca las diferencias. El delantero de 23 años ha sido además fundamental en la Copa del Rey, ya desde el primer partido, porque hasta la fecha ha marcado el primer y el último gol azulgrana en el torneo del KO. Y también lo es en el resto de competiciones.
El dilema por resolver
Ya sabemos que acaba contrato en 2022 y el presidente que salga este domingo de las urnas tendrá que decidir sobre su futuro. Porque puede sacar el club un buen dinero a su venta pero también perder a un jugador joven que suma 8 dianas en 31 partidos esta temporada, desequilibrante como pocos y con confianza actualmente.
De momento el campo dictará sentencia. Si sigue mejorando su rendimiento incluso podría no haber dudas pero quedan bastantes meses por delante en cualquier caso. Y es que el cuadro culé tendrá que tomar esa decisión inevitablemente pero por ahora le toca disfrutar de un gran goleador.
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