El plato fuerte del menú de fútbol internacional de este fin de semana nos llevaba hacia Inglaterra. En concreto, iba a desatarse una trepidante batalla entre dos de los clubes que disponen de un mayor recorrido histórico en la Premier League. Dicho lo cual, el Manchester United confiaba en hacer valer el factor de jugar delante de su afición en este envite de los cuartos de final de la FA Cup. Eso sí, el Liverpool pretendía llevarse el gato al agua en Old Trafford.
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La puesta en escena de los Diablos Rojos sería fantástica, generando numerosas situaciones de bastante peligro en las inmediaciones del área custodiada por Caoimhín Kelleher. Scott McTominay daría el zarpazo inicial en los primeros compases de la batalla (1 – 0), aunque el combinado de Merseyside iría ganando presencia con el transcurso del choque en el Teatro de los Sueños.
De hecho, daría la vuelta a la tortilla merced al acierto de Alexis Mac Allister (1 – 1) y Mohamed Salah (1 – 2). André Onana sostendría al MU con paradas de mucho mérito, junto con un cuestionado Antony que desataría la euforia del equipo de Erik ten Hag sobre la bocina (2 – 2). Aun así, Harvey Elliott tendría tiempo para enviar el cuero al travesaño. El choque se marcharía a la prórroga, donde verían portería Elliott (2 – 3) y Marcus Rashford (3 – 3). Finalmente, una obra de arte de un Amad Diallo que sería expulsado llevaría al MU a las semis de la FA Cup (4 – 3).
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