El francés centrará ahora muchas miradas tras la salida de Lionel Messi. Y muchos esperan que termine al fin de dar un paso al frente.
Fueron 20 goles y 11 asistencias en 51 partidos lo que lograba Antoine Griezmann la temporada pasada en el FC Barcelona. Clave en momentos como la final de la Copa del Rey, pero siempre con la sospecha generada desde su fichaje y a la sombra inevitablemente de Lionel Messi, la que le va a seguir acompañando.
El francés ahora es uno de los jugadores que deberán asumir el rol de liderar el ataque azulgrana al haberse confirmado el adiós del argentino. Y muchos lo señalan por no querer salir para dejarle hueco, de manera que tendrá que pelear contra sus propios fantasmas y las miradas de sospecha.
Se juega su futuro
Tendrá a favor que ahora podrá ocupar una demarcación que hasta este momento no podía por estar reservada a la Pulga. Pero la exigencia será máxima en un curso donde se espera que el público vaya retornando poco a poco al estadio, de manera que tendrá al menos un juicio a la semana.
El diario Sport hace precisamente referencia a esta situación, además de asegurar que el delantero no estaría incluso descartado ahora mismo para una venta que ayude a equilibrar las cuentas. Si bien parece complicado ese traspaso por la ausencia de ofertas hasta ahora.
Más información
Noticias