Decidido a mejorar las prestaciones de su ataque, el Manchester United se debate entre incorporar un ariete tan contrastado como caro o apostar por algún delantero más joven, pero también más asequible desde el punto de vista económico.
Reforzar considerablemente su delantera. Ése es uno de los grandes objetivos que se ha marcado el Manchester United de cara al curso que viene. Los diablos rojos desean impulsar una parcela que hace escasos meses dijo adiós a Cristiano Ronaldo y que ahora mismo se sustenta casi sobre un único pilar, el inglés Marcus Rashford.
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Aunque en enero reclutaron a Wout Weghorst, el neerlandés resulta un simple parche. De hecho, a día de hoy, no parece que la entidad tenga intención de adquirir de forma definitiva a este poderoso atacante cedido por el Burnley (solo suma dos goles, ninguno de ellos en Premier League).
Numerosos nombres
Según cuenta la web 90Min, para cumplir este objetivo, la directiva baraja dos vías de actuación. La primera, recaudar un punta contrastado que pueda ofrecer un rendimiento inmediato. En este grupo, encajarían el inglés Harry Kane (Tottenham, 29 años), el nigeriano Victor Osimhen (Nápoles, 24), el argentino Lautaro Martínez (Inter de Milán, 25) y el serbio Dusan Vlahovic (Juventus, 23). Eso sí, todos ellos exigirían una considerable inversión económica.
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La segunda, por su parte, contempla contratación de jóvenes en formación, pero con un precio más asequible. Aquí, despuntan los nombres del ghanés Mohammed Kudus (Ajax de Ámsterdam, 22 años), el danés Rasmus Hojlund (Atalanta, 20), el mexicano Santiago Giménez (Feyenoord, 22) o el esloveno Benjamin Sesko (RB Salzburgo, 19), futbolista al que los ojeadores del United estuvieron espiando el pasado fin de semana.
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