Pese a caer derrotada por la mínima, la Real Sociedad certificó su pase directo a los octavos de final de la Europa League. Los donostiarras mostraron una buena actitud durante todo el encuentro, pero no encontraron la forma de superar a un Manchester United que, pese a su mayor necesidad, tampoco fue capaz de sumar el segundo tanto que le hubiese permitido arrebatar el primer puesto a los vascos.
La Real Sociedad se jugaba hoy ante el Manchester United la posibilidad de acceder a octavos de final de la Europa League de forma directa. Para ello, a los donostiarras les valía con sumar un punto o, incluso, con perder por la mínima, ya que en ese caso, y tras el 0-1 de la ida, harían valer su mejor diferencia de goles a nivel global.
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Con este panorama, quedaba por ver si los locales iban a ejercer como tal y a buscar una nueva victoria que les permitiese sumar un pleno en esta primera fase o si, por el contrario, iban a aprovechar la mayor necesidad de su rival para tomarse el choque con más calma, situarse cerca de su área y esperar su opción para salir al ataque.
La duda quedó resuelta desde el pitido inicial. Los guipuzcoanos, fieles a su estilo, optaron por asumir el mando y se lanzaron en busca del gol que les permitiese sellar el objetivo sin depender de nadie. Su inicio fue prometedor, pero en su primer descuido defensivo, el joven Alejandro Garnacho aprovechó un balón filtrado por Cristiano Ronaldo para llegar hasta casi área pequeña y superar a Remiro con un disparo potente y elevado (minuto 17).
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Pues no. Cristiano Ronaldo no solo sabe marcar.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 3, 2022
Asistencia de lujo para que Garnacho haga su primer gol como profesional. #UEL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/PdJTMN5gYN
El 0-1 descolocó a la Real. Aunque no renunció a su idea, el cuadro txuri urdin sufrió más de la cuenta para alcanzar la portería rival y no fue hasta los minutos finales del primer periodo cuando dispuso de una doble ocasión para empatar. Primero Andoni Gorosabel con un buen golpeo lejano y después Pablo Marín con un remate a bocajarro pudieron sellar la igualada, pero se toparon con un inconmensurable David de Gea que permitió a los suyos alcanzar el descanso con ventaja.
Ni unos ni otros
Regresó al verde la Real con la intención de igualar el partido lo antes posible. El resultado seguía siendo válido para alcanzar el objetivo final, pero también parecía claro que, de no mejorar sus prestaciones, era factible que el United sumase el segundo en algunas de sus escasas, pero siempre peligrosas acciones ofensivas.
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Aunque no escatimaron en esfuerzos y aunque Imanol Alguacil se esforzó por introducir sucesivas variaciones en busca de ese tanto que diese la tranquilidad, los donostiarras no terminaron de sentirse cómodos y tan solo consiguieron acercarse a la recta final del duelo sin haber sufrido más de la cuenta. Y es que, pese a su evidente necesidad, tampoco los ingleses pusieron un excesivo empeño en alcanzar la meta contraria.
La falta de lucidez de unos y la de mayor intensidad de otros resultó decisiva para que el duelo alcanzase su final con el ya consabido 0-1.El traspiés emborrona ligeramente la hoja de servicios de los vascos, pero no le impide alcanzar los octavos y condenar al United a conformarse con un play off en el que, como dice José Mourinho, tendrán que medirse a los "tiburones de la Champions".
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