Europa League | El Sevilla no reacciona y se obliga a pasar otro mal rato

Inmerso en una evidente crisis de juego y resultados, el Sevilla afrontaba el primer encuentro de dieciseisavos de final de la Europa League con la firme intención de obtener un marcador que le permitiese encarar el choque de vuelta con garantías y, en especial, con el deseo de firmar un encuentro convincente que sirviese de algo así como punto de inflexión, como estímulo para encarar el futuro con mayor optimismo y energía.

Sus buenas intenciones se tradujeron en un control claro del esférico y del ritmo de juego, escenario al que contribuyó notablemente un Cluj que asumió sin muchos complejos su condición de equipo con menor potencial y que se preocupó más por defender su área que por andar buscando las cosquillas al equipo visitante. De este cruce de intenciones surgió un choque con un dominador evidente, pero sin demasiadas ocasiones. De hecho, hasta el descanso, solo una acción alteró las pulsaciones de la grada: un disparo lejano de Suso que tras ser desviado por el tacón de De Jong acabó estrellándose en el larguero.

El paso por los vestuarios nos devolvió a un cuadro local mucho más animoso. Tras constatar que su rival no parecía tan fiero como seguramente pensaban, los rumanos dieron un paso al frente y comenzaron a merodear el área defendida por Tomas Vaclik. Aunque no generaron ocasiones de interés, en una acción sin aparente peligro, Jules Koundé tocó el balón con la mano y el árbitro, tras consultar con el VAR, concedió un penalti que Ciprian Deac no desaprovechó (59').

Al Sevilla le costó encajar el golpe. De hecho, no fue hasta la recta final cuando merodeó con decisión el marco rumano y acabó encontrando el empate. En el 82, a la salida de un córner, De Jong se topó con un balón rebotado y se lo cedió amablemente a Youssef En Nesyri, quien sin oposición, acabó por enviarlo al fondo de la red. Aunque Rony Lopes pudo incluso dar la victoria a los hispalenses en tiempo de prolongación, el marcador ya no se movió y dejó al combinado español con la sensación de que se encuentra en un agujero más profundo de lo que seguramente creía. En principio, los de Julen Lopetegui no deberían tener problemas para finiquitar la eliminatoria en su feudo, pero lo cierto es que su actual fútbol dista mucho de generar garantías absolutas.