Los de Pep Guardiola iniciaron la eliminatoria con su habitual dominio, pero poco a poco se fueron diluyendo. Los alemanes crecieron en cambio en el encuentro y consiguieron igualar el encuentro en la segunda parte. Todo abierto para dentro de tres semanas en el Etihad Stadium.
Con las bajas de John Stones, Aymeric Laporte y sobre todo Kevin De Bruyne, el Manchester City se plantaba en casa del RB Leipzig en esta ronda de octavos de final de la Liga de Campeones. Y a pesar de esos contratiempos no había sorpresas en el planteamiento inicial. Porque el dominio visitante era claro en este caso, con la escuadra de los citizens, porque apenas lograban salir los alemanes de su área. Un partido clásico de los de Pep Guardiola.
Sigue después de este anuncio
De hecho, sin pasar el rodillo como hacían en otras ocasiones, generaban una gran superioridad. Quizás les faltaba algo de profundidad ante un rival que se esperaba este vendaval e intentaba organizarse ante el mismo de la mejor manera posible. Mientras, los ingleses buscaban con paciencia su oportunidad y llegaba la misma en un error de los germanos. Riyad Mahrez lo aprovechaba para soltar un gran disparo desde el borde del área con el que lograba adelantar a los británicos.
Penalizaban los campeones de la Premier el atrevimiento de su rival en salida y sobre todo un despiste de los que su técnico Marco Rose tanto había insistido en limitar hoy, ante un rival que no perdona. Y que de hecho pudo haber logrado hacer más daño de haber tenido un poco más de acierto. Erling Haaland estaba bastante desaparecido y entraba en contacto con la pelota lejos del área. Jack Grealish impreciso. Y en general un ritmo lento de juego, comandado por Bernardo Silva, pero dando la sensación de que a los ingleses les bastaba con poco para imponerse.
Sigue después de este anuncio
El RB Leipzig despierta
Buscó Marco Rose en el descanso la reacción, dando entrada a Benjamin Henrichs por Klostermann. Y aunque los ingleses quisieron mantener su dominio, poco a poco los germanos fueron perdiendo el miedo. Hasta el punto de enlazar a los pocos minutos un largo tramo del partido donde consiguieron dominar el juego. Y se sucedieron las ocasiones, teniendo el recién ingresado Henrichs dos muy claras, especialmente un disparo cruzado ante Ederson que se marchaba fuera por poco. Aunque Erling Haaland tuvo en ese tramo también una opción interesante para haber anotado el segundo.
Pero esa diana llegaría, cuando más dominaban los alemanes. El propio portero brasileño fallaba en una salida en un saque de esquina botado por Halstenberg y Josko Gvardiol aprovechaba para anotar de cabeza ese gol del empate. Gol que hacía justicia para los méritos del RB Leipzig, y que caía como un jarro de agua fría para los de Pep Guardiola. Una diana que por otra parte pareció despertar a un dormido Manchester City que vio que no le valía con sestear. De forma que intentaron apoderarse de nuevo del esférico.
Sigue después de este anuncio
Mientras tanto el entrenador español no hacía cambios para los visitantes y el encuentro iba expirando. Interesante decisión de la que dará cuenta en sala de prensa, pero que choca sin duda alguna en un equipo que claramente necesitaba cambios ante lo que se veía en el terreno de juego. Ni siquiera Julián Álvarez. Así que el encuentro terminaba en tablas con un resultado que deja todo abierto para la vuelta. El Manchester City acababa pidiendo penalti pero sobre todo decepcionando un tanto en esta eliminatoria. Algo por otra parte nada extraño al no terminar de estar en un buen momento de la temporada.
Más información
Sigue después de este anuncio
Noticias
Sigue después de este anuncio
