Decisión sorprendente con José María Giménez

El central uruguayo tiene contrato hasta 2028 y es uno de los hombres de confianza de Simeone, pero aún así el club no lo declara como intransferible en caso de que llegara una buena oferta

Por Pablo de la Fuente
4 min.
José María Giménez entrena con el Atlético de Madrid @Maxppp

Después de por fin encontrar mínimamente la regularidad que tanto perseguía, tiene ironía que sea este verano cuando José María Giménez pueda cambiar de aires tras una década en el conjunto rojiblanco. Su rendimiento esta temporada no está siendo para nada malo y el Cholo es un adepto de su estilo de juego desde que apostara por él trayéndole de Danubio, pero el paso del tiempo juega para todos.

Sigue después de este anuncio

Giménez ha llegado a la treintena este enero y es consciente de que cuando se agoten los tres años de contrato que le quedan vigentes, el Atlético de Madrid aplicará su conocida norma de ofrecer tan solo un año extra a los veteranos. La misma regulación que acabó con su compatriota y leyenda rojiblanca, Diego Godín, fuera del Metropolitano.

Desde hace unos meses, varios nombres vienen sonando para reforzar la defensa en el Atleti, siendo el Cuti Romero de especial agrado del técnico argentino. De hecho, Romero ya ha manifestado en público su intención de cambiar de aires en el próximo mercado de fichajes y Simeone le espera con los brazos abiertos.

Sigue después de este anuncio

Mosquera también interesa

Por otro lado, Cristhian Mosquera también ha comunicado que no ve proyecto suficiente en el Valencia como para quedarse y teniendo en cuenta la estrategia empresarial de la directiva ché, todo activo es bueno para lograr hacer caja. De todas formas. el Atleti no es el único que quiere hacerse con los servicios del canterano de Paterna, y es que le ha salido una nueva novia en las últimas horas.

Ya sea para afrontar la incorporación de Romero, la de Mosquera, o ambas, el Atleti debe vender y Giménez aún sigue teniendo cartel en Europa. Desde su perspectiva personal, aunque siempre ha vivido en Madrid y su círculo más íntimo se encuentra en la capital de España, la tentación de buscar ese último gran contrato que Gil Marín no le va a ofrecer podría desencadenar un traspaso en verano.

Sigue después de este anuncio
Sigue después de este anuncio
Copiado al portapapeles