El combinado colchonero comienza a vivir un éxodo sin apenas precedentes. Un punto de inflexión en el club que debe rearmar pronto un nuevo proyecto.
Han sido probablemente los 7 mejores años de la historia reciente del Atlético de Madrid. Muchos títulos y un equipo capaz de competir de igual a igual con los otros grandes de España y Europa. 1 Liga, 1 Copa del Rey, 2 Europa League, 2 finales de Champions… Y sobre todo un equipo competitivo con un estilo bien definido.
Ahora se enfrenta a bajas de renombre, como las de Antoine Griezmann, Diego Godín, Juanfran, Lucas Hernández y las que están por venir. Pero se mantiene el entrenador, Diego Simeone, alma mater de este periplo exitoso y gran referente de una entidad que necesita nuevo rumbo y más timoneles para su capitán.
Hablando de capitanes, ahora el brazalete recaerá sobre Koke, canterano y auténtico icono del equipo, que será el encargado de llevar el peso anímico del vestuario y ser el gran soporte de su entrenador. Pero puede tener ayuda en esa tarea, sobre todo porque habrá muchas caras nuevas en verano y hace falta formar de nuevo equipo.
José María Giménez, que lleva ya varias temporadas en el club, puede ser un buen apoyo. Lo mismo que Jan Oblak o Saúl Ñíguez, quien ahora deberá tener más peso específico en el equipo y olvidar algunas cuestiones que han puesto su futuro en el aire. En cualquier caso la transición de esta escuadra empezará desde dentro del vestuario.
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