Los reds firmaron la temporada pasada actuaciones discretas y en este curso las expectativas no son las mejores, pero esperan poder recuperar el nivel.
El Liverpool maravillaba al planeta fútbol entre 2018 y 2020 cuando lograba al fin reconquistar la Premier League, su objetivo más deseado. Su técnico Jürgen Klopp lo conseguía incluso con la pandemia de por medio, pero ahí pareció terminar ese ciclo ganador.
Las lesiones en defensa, razón por la que se ha fichado a Ibrahima Konaté (22 años) este verano como nuevo refuerzo en la retaguardia, lastraron demasiado al equipo. No obstante, conserva a su magnífico tridente ofensivo, incluyendo el refuerzo de Diogo Jota (24 años) sellado hace un año también.
Un mercado muy tranquilo
Así, pese a que la escuadra de Merseyside ha propiciado múltiples informaciones y ha seguido de cerca a varios objetivos, apenas fichó al citado defensa por 40 M€. Sus traspasos dejaron por otro lado 27,5 M€ en Anfield, salidas como las de Harry Wilson (Fulham), Taiwo Awoniyi (Union Berlin) o Xherdan Shaqiri (Olympique de Lyon).
Movimientos, por tanto, que no afectaron apenas a jugadores indiscutibles para el entrenador alemán. Y que ahora dejan todavía dudas para lo que le puede deparar esta campaña al flamante ganador de la Liga de Campeones 2018-2019, que se mide al Leeds United este domingo 12 de septiembre.
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