Son varios los asuntos que el cuadro merengue querrá cubrir con antelación para el curso que viene, pero su principal quebradero de cabeza es hacerse con los servicios de un recambio de garantías para Casemiro.
El Real Madrid se mantiene a la espera de reanudar la competición tanto en Liga como en Champions. La derrota en el Benito Villamarín frente al Real Betis propició que los blancos cedieran el liderato de Primera División en favor del FC Barcelona. No obstante, el torneo de la regularidad en España se antoja totalmente nivelado en el tramo decisivo del curso.
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Todo ello en cuanto pueda retomarse la normalidad, una vez que se supere la crisis del coronavirus que está afectando a la gran mayoría de la población mundial. Por su parte, Zinedine Zidane hará lo indecible para darle la vuelta a la tortilla en los octavos de final de la Champions. Para ello, como es lógico, el plantel merengue deberá noquear al Manchester City en el Emirates Stadium.
De todos modos, la actualidad del Real Madrid pasa directamente por encontrar un recambio de garantías para uno de los jugadores más importantes del esquema de Zidane. Es evidente que el papel de Casemiro (28 años) es esencial en el vigente campeón de la Supercopa de España, celebrada en Arabia Saudí. Por tanto, el club presidido por Florentino Pérez desea darle descanso con más frecuencia al carioca.
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Según apunta Mundo Deportivo, el Real Madrid acudirá a la ventana de transferencias de verano con la finalidad de reforzar su medular. Y su deseo es incorporar a sus filas a un mediocentro que permita dosificar los minutos de Casemiro a lo largo de la temporada 2020-2021, por lo que los nombres de Paul Pogba (Manchester United) y Eduardo Camavinga (Rennes) continúan en la agenda de la secretaría técnica blanca.
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