Mundial: Leo Messi saca a Argentina de un nuevo apuro

Corren buenos tiempos para los románticos. En el Mundial de Brasil, un torneo en el que las grandes potencias partían, si cabe, con algo más de favoritismo, un puñado de pequeñas selecciones se han empeñado en romper los pronósticos y demostrar que en el fútbol moderno aún hay espacio para el compromiso, el sacrificio y la valentía.

Si Costa Rica ya ha sido capaz de reventar el grupo de la muerte al superar con solvencia a Uruguay e Italia, en el Grupo F; la modestísima Irán se ha tomado la licencia de complicar la vida a toda una Argentina. Sí, perdieron, pero lo hicieron en tiempo de prolongación y con un gol de Leo Messi...

Hasta esos minutos de agonía, de la albiceleste, un equipo con una delantera envidiable, muy poco se puede decir. La Pulga siguió tan intermitente como en su último curso con el FC Barcelona, de Sergio Agüero apenas hubo noticias y Gonzalo Higuaín estuvo, simplemente, horrible. Sólo se salvo Ángel di María, un futbolista que corre, crea, centra, defiende, asiste y hasta se asoma por el área rival.

Aunque los albicelestes dominaban la posesión, la pelota circulaba con una lentitud desesperante. De hecho, las acciones más peligrosas del primer tiempo tuvieron que llegar a balón parado, una suerte que ni árabes ni sudamericanos son capaces de defender con solvencia.

Sólo Messi pudo rescatar a Argentina

Durante 50 minutos, Irán se dedicó a cumplir su papel: defender y salir a la contra. A partir de ese momento, los de Carlos Queiroz comprendieron que estaban ante una oportunidad única y dieron un paso adelante. Apareció el eléctrico Masoud para asociarse con el sensacional Dejagah y el incansable Reza y los tres, firmando un fútbol en ocasiones brillante, se bastaron para sacar los colores a la zaga argentina. Menos mal que, tras ellos, aún esperaba Sergio Romero. El arquero del Mónaco salvó en hasta tres ocasiones a su equipo y seguramente evitó una derrota sonrojante.

Tardó Sabella en reaccionar, pero sus cambios dieron algo de efecto (minuto 75). Rodrigo Palacio y, sobretodo, Lavezzi metieron algo más de chispa al ataque y obligaron a recular a los persas. Gracias a eso, a los metros que concedió Irán en los minutos finales, pudo recibir Messi en zona de tres cuartos, avanzar con el balón sellado al pie y soltar un zapatazo ante el que nada pudo hacer el hasta ese momento entonadísimo Haghighi. Tuvo que ser Leo quien salvase a Argentina. Otra vez. Y van dos.

Así jugó Argentina:

Así jugo Irán: