Mundial 2018 | Harry Kane da a Inglaterra licencia para soñar

Al igual que sucede con Bélgica, aunque en este caso atendiendo sobre todo a su historia, Inglaterra parte desde hace años siempre en el grupo de eternas candidatas, de manera que el combinado británico ha ido acumulando muchas decepciones en las últimas grandes citas. Desde Italia 1990 no está en unas semifinales de la Copa del Mundo, desde su Eurocopa de 1996 no pisa unas semifinales de un gran torneo, pero ahora el equipo de Gareth Southgate cuenta con una buena generación de jóvenes talentos que, capitaneados por Harry Kane, han ilusionado a todo el país. Gareth Southgate trae a Rusia un equipo trabajado, con el sello Premier League, y con varias estrellas de las que se espera mucho. Además, tras la victoria de los diablos rojos, los británicos se presentaban ante Túnez con la necesidad de ganar para comenzar a cimentar su pase a octavos de final. A priori muy superiores los ingleses a los africanos, y así se vio desde los primeros compases del encuentro.

Que el marcador fuera de empate al descanso se debió principalmente a la falta de acierto de los jugadores ingleses ante la portería, porque generaron los pross un torrente de ocasiones que ilusionó desde el principio a sus aficionados presentes en Volvogrado. Como si fuera un partido de Premier League, los de Southgate impusieron desde el principio un ritmo frenético y se fueron sucediendo las ocasiones, que solamente desarboló el meta Hassen. Tanto trabajo tuvo en los primeros diez minutos que, fruto de una de sus intervenciones, se lesionó. Intentó seguir y de hecho logró una fantástica parada cuyo rechace fue aprovechado por Harry Kane para hacer el primer tanto del encuentro. Ya no pudo concursar más, pero dejó el listón alto para su recambio, Ben Mustapha, que estuvo a la altura. Mientras tanto, que ya se nos olvidaba, el delantero del Tottenham acudía fiel a su cita con el gol nada más debutar en un Mundial capitaneando a los suyos. Mejor estreno era inimaginable. Antes fueron Raheem Sterling y Jesse Lingard los que pudieron haber adelantado a los ingleses por medio de dos ocasiones que no entraron de forma incomprensible.

BOOM! The #ThreeLions take the lead through @HKane! pic.twitter.com/9l4shYeqrE

— England (@England) 18 de junio de 2018

De hecho, al centrocampista del Manchester United, muy activo en todo el partido, apareciendo por sorpresa constantemente desde segunda línea, se le resistió el gol en dos ocasiones más de esas que uno no se explica muy bien cómo no acaban en gol. Rondaba el segundo de Inglaterra, que mostraba su mejor cara, con un torrente de ocasiones, un juego vertical, lleno de profundidad y peligros. Lingard, Dele Alli y Sterling eran indescifrables para Túnez, ya que se movían en torno a un Harry Kane que hacía un gran trabajo en la sombra para generar espacios y siempre actuaba con criterio en busca de otra oportunidad. Ashley Young y Trippier también daban respiro por las bandas, mientras Jordan Henderson comandaba las operaciones por delante de la defensa. No le hace falta a Inglaterra elaborar mucho, no le hace falta sacar el balón jugado desde atrás para ser un combinado peligroso. De hecho, es mejor que no lo haga porque en esas faenas sus tres centrales no son precisamente unos expertos. Lo demostró Harry Maguire en dos ocasiones, también John Stones y un desconectado Kyle Walker, que cuando mejor estaban los suyos cometió un penalti inexplicable por un manotazo, que Saïss transformó después de que el balón rozara la mano de Jordan Pickford. Con muy poco, Túnez igualaba el partido, aprovechando la falta de acierto de Inglaterra, que continuaría después (Lingard estrelló un balón en el poste). Así que se presentaba, tras lo visto, una interesante segunda parte para saber cómo podrían responder los pross cuando el primer plan no le funciona, algo que siempre es fundamental para una selección que quiere ser campeona: sobreponerse a las circunstancias adversas.

Harry Kane derriba el muro

En el debut de Inglaterra hemos visto sin duda dos caras. Por un lado un torrente de fútbol ofensivo, ocasiones a raudales y un ritmo elevado; y por otro a un equipo con lagunas defensivas y falta de ideas ante defensas cerradas. De hecho esto último fue prácticamente la tónica de la segunda parte, en la que los pross tuvieron que hacer frente a un bloque que apenas concedía espacios. En ese tramo afloraron las costuras del combinado que ha montado Gareth Southgate, que fue incapaz de ofrecer recursos como centros al área al tener un gran rematador como Harry Kane o llegadores de segunda línea como Dele Alli. Una selección muy plana, que apenas intentaba cosas diferentes a pases de seguridad y balones largos. Ni una jugada de uno contra uno, poco desborde y escasas ocasiones. Una de Harry Kane y otra de Kieran Trippier se contabilizaron antes de que llegáramos al último cuarto de hora con todo abierto.

En ese momento, con la entrada de Marcus Rashford, Túnez fue poco a poco reculando, ya que la clara apuesta por un jugador capaz de desequilibrar, de buscar constantemente sus opciones en jugada individual, provocó que los pross tuvieran más pólvora en su delantera. De sus botas nacieron en ese tiempo las mejores ocasiones de Inglaterra, que en el tramo final del partido se lanzó desesperadamente a por el gol del triunfo. Pero de nuevo se encontraba Inglaterra con Ben Mustapha, que pese a haber salido desde el banquillo mostró un excelente nivel.

Se encaminaba el partido a un desenlace malo para Inglaterra, pues el empate parecía difícil de romper, ya que los pross no estaban generando ocasiones con la misma asiduidad que en el tramo inicial del encuentro. Pero, tras un regalo de Ben Amor en un saque de esquina que lamentará haber concedido, Harry Maguire se anticipaba en el primer palo y Harry Kane, que no estaba ahí por casualidad, hacía el segundo gol. Un tanto marca de la casa del delantero de los spurs, que es uno delos mejores goleadores del planeta. El instinto del capitán de los pross daba a los ingleses su primer triunfo en esta Copa del Mundo, y la posibilidad de tener más cerca los octavos de final. Inglaterra cumple por tanto con los pronósticos, deja detalles de buen fútbol pero también dudas. Los británicos no han tenido la fluidez necesaria en momentos en los que la necesitaban para batir a una defensa cerrada. Pero tienen a uno de los mejores goleadores del planeta y eso es determinante.

MVP | Harry Kane muestra sus credenciales

No ha hecho 3 goles como Cristiano Ronaldo, de hecho estará empatado en la tabla de goleadores con Diego Costa o Denis Cheryshev. Pero el jugador del Tottenham ha sido decisivo como el que más, marcando en el inicio y en el final del encuentro para que el plan de Gareth Southgate pudiera salir a la perfección. Dos goles de delantero oportunista, de depredador del área.

Deben estar pensando en el Tottenham que han hecho bien en renovarlo, porque si ya tenía ofertas interesantes antes de este Mundial, éstas se habrían multiplicado después de esta actuación. Inglaterra puede soñar de nuevo, eso sí, más les vale que Kane no tenga ni un resfriado en las próximas semanas...