Sporting de Gijón: El éxito sin fichajes

El pasado domingo, los más de 12.000 espectadores que se sentaron en las gradas de El Molinón regresaron a sus casas con la sensación de que el Sporting de Gijón se ha convertido en un firme candidato al ascenso. Es cierto que aún queda mucho camino por recorrer, pero de la plantilla rojiblanca emana un aroma de ilusión y renovada ambición del que carece, sin ir más lejos, su último rival, el Real Zaragoza.

Y es que, más allá del resultado (un contundente 3-1), el partido sirvió para ver a un equipo vertical, vistoso y valiente que nunca se arruga y que mantiene un encomiable espíritu de lucha durante los 90 minutos de juego. Que tras 12 jornadas de Liga Adelante no haya cosechado ni una sola derrota es el síntoma más evidente de que el trabajo de Abelardo está dando sus frutos.

La racha gijonesa y su momentáneo tercer puesto en la tabla tienen aún más mérito si analizamos su paso por el último mercado de fichajes. La directiva, consciente de que su economía no estaba para muchos dispendios, optó por quedarse al margen y apostó por reforzar su equipo con varios jugadores de la cantera y con el regreso del cedido Juan Muñiz (militó el pasado curso en el Mirandés). Por si fuera poco, en este periodo se concretó la venta de Stefan Scepovic al Celtic de Glasgow. Con el serbio se marchaba un jugador que había marcado 23 goles durante la última temporada.

La cantera como sustento

Aunque la afición sportinguista es una de las más fieles de España, muchos seguidores se prepararon a conciencia para vivir una temporada dura, de esas que llaman de transición. Nada más lejos de la realidad. En el arranque de curso, la tropa rojiblanca ha evidenciado que la ilusión y talento que han aportado Jorge Mere, Carlos Castro o el camerunés Daniel Ndi, y la madurez experimentada por otros canteranos como Alex Menéndez, Sergio Álvarez o Miguel Guerrero pueden ser armas tan poderosas como el más mediático de los fichajes.

Especialmente significativa y vigorizante ha sido la entrada en escena de Castro. El joven delantero (19 años) comenzó a colarse en los planes del Pitu en la sexta jornada y tras sumar dos goles ante Leganés y Osasuna, el preparador le concedió la titularidad frente al Real Zaragoza. El de Ujo, lejos de sentirse presionado, asumió la responsabilidad y firmó dos goles que le acreditan como un delantero inteligente que sabe leer la jugada y situarse siempre en una zona propicia para el gol. Su brillante actuación sirvió, además, para que el preparador de la Selección de España Sub'21, Albert Celades, le incluyese en la última convocatoria.

En apenas unas horas, tanto el ariete como el resto de sus compañeros volverán a batirse el cobre en la siempre exigente y áspera Segunda División. En Mendizorroza espera el Deportivo Alavés, otro conjunto en proceso de regeneración que pondrá a prueba la capacidad competitiva de una plantilla que de momento ha sacado los colores a quienes creían que sin fichajes de renombre era imposible soñar con el ascenso.