FC Barcelona | Cambio de planes para evitar una dolorosa fuga

«¿Jordi Alba? Estamos muy contentos con Jordi. Queremos que siga. Hablaremos ya con él y su entorno pero no es una necesidad que tenemos porque tiene dos años más de contrato». El pasado mes de octubre, el dirigente del FC Barcelona, Pep Segura, dejaba claro que la directiva no tenía prisa alguna por renovar a Jordi Alba, jugador cuyo contrato expira en junio de 2020.

Pocas semanas después, tras constatar que el futbolista se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera y que varios grandes clubes del continente amenazan con pagar su cláusula de rescisión (150 M€), la entidad ha variado radicalmente su postura y ha decidido adelantar unas negociaciones que, en principio, se habían fijado para el verano que viene.

Según relata Mundo Deportivo, los dirigentes quieren encauzar la renovación del carrilero antes de que concluya el 2018, tarea que no se antoja fácil por el evidente malestar que la actitud hasta ahora adoptada por el club ha generado tanto en el futbolista como en su entorno.

Aunque siempre ha mostrado un considerable compromiso con la causa blaugrana, es comprensible que Alba y sus agentes aprovechen el nuevo escenario para sacar el máximo partido a las conversaciones. A priori, su continuidad no debería correr peligro, pero si el Barça no actúa con celeridad y responsabilidad tampoco debería resultar extraño que el jugador optase por hacer las maletas y probar fortuna lejos del Camp Nou.