La tensión visible entre el delantero egipcio y el entrenador alemán quedaba patente en el último fin de semana. Todo ello en los compases finales del entrenador en Anfield, mientras los rumores alcanzan una y otra vez al delantero a quien colocan lejos de la escudra del Merseyside.
Recordarán la escena hace unos días en la visita del Liverpool al West Ham. La discusión entre Mohamed Salah y Jürgen Klopp en la banda cuando el delantero egipcio iba a saltar al terreno de juego. Escena que, junto al resultado que dejaba a los reds sin Premier League, hirió profundamente a la afición scouser por el hecho de ver en esa discusión a sus dos grandes símbolos.
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“Está completamente resuelto. No hay ningún problema. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y nos respetamos mucho, así que podemos tratar este asunto con total independencia del ruido exterior. No es una historia”, ha afirmado hoy el entrenador germano en su esperada comperecencia de prensa.
Las dudas de futuro siguen
El técnico entiende la discusión en el cotexto del empate: “Si hubiéramos ido ganando y marcando, la situación no se habría producido, ya que Mo no habría estado en el banquillo y, por supuesto, se podría haber evitado”. Lo que no ha terminado de comentar el entrenador ha sido su visión de futuro sobre el delantero.
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“El jugador es increíble, pero no creo que deba hablar de eso. Es para otra gente y para Mo. Soy la persona equivocada para hablar del futuro. Sólo trato de sentar las bases. Esas decisiones las tomarán otras personas”, ha sentenciado el preparador.
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