El portugués deberá valorar si sigue situando a Michael Essien después de lo que ocurrió en Liga de Campeones.
Los problemas de lesiones que han asolado al Real Madrid en su zaga (ni Fabio Coentrao y Marcelo han podido jugador en el costado zurdo ni Arbeloa en el diestro) han provocado que el técnico portuguésJosé Mourinho haya tenido que echar mano de una ser de soluciones de urgencia, como la aparición en escena de Raphaël Varane.
De cualquier modo, la opción más sorprendente ha sido la de apostar por el africano Michael Essien en el lateral izquierdo. El hombre de confianza de Mourinho –que llegó al cuadro de Concha Espina en calidad de cedido desde el Chelsea con la polivalencia y capacidad de lucha como bandera- tuvo una destacada actuación ante el Celta de Vigo, donde además de mostrar una buena versión defensiva se incorporó con peligro al ataque.
Sin embargo, la historia del pasado miércoles en el Signal Iduna Park frente al Borussia Dortmund fue muy distinta. Consciente de las carencias defensivas del ghanes, Jürgen Klopp, hizo que su equipo focalizara un buen número de ataques desde ese costado. Marco Reus fue un constante foco de problemas para el lateral zurdo de la defensa blanca, pues Essien en ningún momento pudo contenerle. Además, más pendiente de ayudar a su compañero que de ocupar el centro de la defensa Pepe provocó un desequilibrio que Xabi Alonso intentaba solucionar, dejando obviamente desasistido el centro del campo. Así, Mario Götze en la mediapunta y Marco Reus en punta campaban a sus anchas, provocando notable peligro.
Pese a las evidentes diferencias entre el campeón alemán y el Real Mallorca, ahora es labor de José Mourinho valorar si es aconsejable contar para el próximo encuentro con un Michael Essien, al que de ningún modo hay que culpar de la derrota en Dortmund, pues no se trata en modo alguno de un especialista en esta posición.
Más información
Noticias