Real Madrid: La hora de Isco Alarcón

Isco Alarcón está, seguramente, ante su semana más decisiva desde que llegó al Real Madrid. La lesión de Gareth Bale le abre las puertas para demostrar que el fútbol que tiene en sus botas no es algo de lo que se puede prescindir, y dos de los mayores templos del fútbol serán los jueces que decidan si se encumbra definitivamente como lo que muchos piensan que es, o si termina de hundirse en el limbo futbolístico.

Desde su desembarco en el Santiago Bernabéu, el malagueño ha vivido un torbellino de emociones. Empezó como titular indiscutible, haciendo goles y mostrando su calidad. Sin embargo, el tan codiciado concepto de ‘’equilibrio’’ le condenó al banquillo, señalado por Carlo Ancelotti como el culpable de la fragilidad defensiva del conjunto blanco.

En su segunda temporada, el talentoso futbolista ha entendido lo que realmente le pide el técnico italiano. Su calidad no es discutible, pero su entrega si lo era. Por ello, el mediapunta se ha transformado. En el partido contra el Levante, fue el que más corrió junto con James Rodríguez. Por ahí empieza el cambio, ahí se tiene que empezar a ganar los galones.

Este cambio de actitud no va a cambiar lo que el de Arroyo de la Miel es en realidad, pero nos va a permitir disfrutarle en el campo. En andaluz es regate, desborde, clase, todo aquello que es indispensable tener para ser considerado un crack. Lógicamente, como todo el mundo, tiene cosas que mejorar, pero eso solo se consigue como él mismo ha dicho, ‘’con minutos’’.

En los últimos encuentros que ha disputado desde el inicio, el ex del Málaga ha demostrado ser una pieza muy importante en un equipo que a veces peca de plano. El 23 es capaz de aportar verticalidad y velocidad en estático, por medio de conducciones y paredes, y no le tiembla el pulso a la hora de canalizar todo el juego ofensivo. Por todo esto, su papel contra Liverpool y FC Barcelona puede, y tiene que ser decisivo. Es momento de dar la talla.