Recién entrado en la treintena, el mediapunta Óscar González se ha erigido en uno de los principales sustentos del Real Valladolid, escuadra que está firmando un notable arranque de curso.
El séptimo puesto del Real Valladolid no es una casualidad. El cuadro castellano, lejos de sentirse intimidado por la magnitud de la Liga BBVA, ha sabido mantener las armas que facilitaron su ascenso y se ha erigido en uno de los conjuntos más competitivos del torneo.
Gracias al fútbol vistoso y ofensivo impulsado por Miroslav Djukic, los pucelanos han logrado mantenerse lejos de la zona de descenso y situarse a tan sólo un punto de los puestos que dan acceso a la Europa League y a cuatro de la Champions League.
Aunque el sensacional rendimiento de los blanquivioletas está directamente relacionado con la solidez del bloque, lo cierto es que el conjunto también se ha visto beneficiado del buen momento que atraviesan futbolistas como Antonio Rukavina, Patrick Ebert u Óscar González.
Óscar recupera su mejor versión
El salmantino, que se forjó en la cantera vallisoletana, regresó en 2010 a su club de origen, tras un periplo de seis temporadas en el que defendió, sin demasiado brillo, las elásticas de Real Zaragoza (127 partidos, 15 goles) y Olympiakos (60, 8).
Aunque ya no se esperaba a la mejor versión de Óscar, el mediapunta recuperó la confianza y reinició una progresión que contribuyó notablemente al ascenso de su equipo el pasado curso (14 goles en 38 choques) y que, esta campaña, le ha permitido situarse como el jugador más eficaz de la entidad (7 dianas) y como el tercer máximo goleador nacional (se encuentra a un solo tanto de Aritz Aduriz y Rubén Castro).
Centrocampista elegante que aúna visión de juego con un sensacional golpeo de balón, Óscar vive a sus 30 años uno de los mejores momentos de su trayectoria profesional y su nombre ya ha comenzado a ser relacionado con diversos conjuntos de la Premier League.
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