¡El Real Madrid conquista su cuarto Mundial de Clubes!

Es el Mundial de Clubes un torneo prestigioso pero también incómodo por el calendario, la carga de dos partidos extra más y porque tiene también un peligro latente: no ganarlo. Para el campeón de Europa que comparece y siempre es favorito existe este riesgo ineludible, ya que de conquistarlo no tiene la importancia mediática de la Champions League pero si fallas las repercusiones pueden ser abultadas. Esto lo sabía elReal Madrid, que contaba en su haber con las tres ediciones anteriores que había disputado.

Acaba ahora de añadir un cuarto elenco de trofeos, que sumados a los tres que ya posee de la extinta Copa Intercontinental, dan a los blancos ya un total de siete cetros mundiales. Porque hoy Santiago Solari ha conquistado su primer título desde el banquillo al vencer los merengues al modesto Al Ain, que era el anfitrión del torneo y llegó contra pronóstico a la final. Un desenlace por tanto previsible, tanto como se ha desarrollado la primera parte, aunque con algún susto que podrían haber evitado los españoles. El club local salió como era de esperar con mucho brío, intentando sorprender a los blancos como hicieran con River Plate. Abdulrahman y Berg pronto se plantaron en las inmediaciones de Thibaut Courtois y Sergio Ramos evitó un gol cantado en el 12'. Aunque es justo señalar que antes Lucas Vázquez mandó un balón al palo. Entró por tanto el partido en su primer cuarto de hora en unos minutos de locura e intercambio de golpes.

¡Buena asistencia de @Benzema para @lukamodric10 que chutó con la izquierda desde la frontal del área para ponernos por delante en el marcador! ¡VAMOS!#RMCWC | #HalaMadrid pic.twitter.com/cwMFsB19AD

— Real Madrid C.F. (@realmadrid) 22 de diciembre de 2018

Pero jugar a eso contra los merengues es hacerlo con fuego. No estará Cristiano Ronaldo pero la superioridad de los atacantes blancos es evidente. Su pegada mayúscula, ya que los merengues se adelantaron con un golazo de Luka Modric, que conectó un gran disparo con la pierna izquierda desde fuera del área. El croata ponía así el broche a su gran 2018, recuperando además la forma que había perdido tras el Mundial.El flamante Balón de Oro comenzó a guiar además el juego de un Real Madrid que poco a poco comenzó a dominar la pelota y a tener las mejores oportunidades ante su modesto rival. Apenas lograba ya el Al Ain acercarse a la meta blanca, y de hecho los de Santiago Solari pudieron haber ampliado su ventaja. No lo lograron y esto dejaba la final en un cierto suspense.

Marcos Llorente derriba la puerta

Si atendíamos al juego el partido estaba sentenciado. Sin opciones para el Al Ain. Pero en el fútbol lo único que vale es el marcador y ya hemos visto en muchas ocasiones sorpresas, y que no siempre gana el equipo que más lo merece. Por eso mientras el Real Madrid no lograba cerrar el marcador el suspense y la posibilidad de un accidente estaba siempre presente.Especialmente cuando los delanteros madridistas no tenían su tarde hoy, como demostraron Karim Benzema y especialmente Gareth Bale. El galés fue el mejor en semifinales y sentenció al Kashima con tres zarpazos demoledores. Sin embargo hoy ha estado negado de cara a portería rival y un cierto nerviosismo estaba en el aire.

Desde el borde del área y a bote pronto... ¡GOLAZO de @marcosllorente! #RMCWC | #HalaMadrid pic.twitter.com/Ibt8xabOUk

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Pero se encargó de aparcarlo Marcos Llorente. El canterano se marchará de vacaciones siendo titular y se lo ha puesto realmente complicado a Santiago Solari y especialmente a Casemiro. El brasileño tiene un serio competidor en su puesto y el entrenador argentino un bendito problema para afrontar la parte más decisiva de la temporada. Porque antes de poner la tranquilidad marcando el segundo gol con un gran disparo, el ex del Deportivo Alavés dio toda una lección de cómo gobernar el partido y poner una marcha más para marcar la diferencia en un partido que el Real Madrid ganó quizás menos fácil de lo que pueda parecer desde fuera. Aunque el tramo final fue ya una cuesta abajo, que acabó en goleada también con el tanto de Sergio Ramos, un clásico ya, que con un cabezazo también puso su sello a la final. Shiotani puso el tanto del honor para los locales ya al final. Y hubo incluso tiempo para que Vinicius forzara otro gol en propia meta del rival como ante el Real Valladolid en Liga.

Una final que por cuarta vez tiene color blanco, pues el campeón de Europa se ha alzado con su cuatro cetro de campeón del Mundo, el tercero consecutivo desde 2016. Acaban los merengues el año de nuevo en la cima del planeta y mantendrán otros doce meses en el pecho esa insignia de la FIFA que así lo demuestra. Alarga su reinado el club blanco otro año más y se coloca al frente del palmarés del torneo, destacado ya con 4 títulos por delante del FC Barcelona (3).