Aunque el Chelsea le ha ofrecido la posibilidad de estirar su compromiso, el atacante no estampará su rubrica hasta que André Villas Boas le garantice una mayor cantidad de minutos de juego.
En el verano de 2006, el Chelsea decidió confiar en un joven atacante que había completado dos notables temporadas con el Feyenoord (79 partidos, 42 goles). Seis cursos después, aquel jugador llamado Salomon Kalou (26 años) sopesa seriamente la posibilidad de abandonar el vestuario de Stamford Bridge.
El motivo, como suele ser habitual, la falta de minutos. Hasta la presente campaña, el marfileño ha compaginado titularidad y banquillo, ya que los sucesivos entrenadores de los blues casi siempre le han visto más como un revulsivo que como un futbolista regular.
Lejos de cambiar, su situación parece haber empeorado con la llegada de André Villas Boas. De momento, apenas ha disputado dos encuentros de Premier League, uno de Carling Cup y algunos minutos en dos choques de Champions League. «Quiero quedarme, pero también quiero jugar más. No es fácil, especialmente si no se juega cada fin de semana. ¿Cómo puede un jugador progresar así?», indicó recientemente el futbolista.
Por fortuna para él, pretendientes no le van a faltar. De hecho, y según relata The Sun, Arsenal, Liverpool y Everton no pierden de vista su situación y más teniendo en cuenta que podría aterrizar sin coste alguno (finaliza contrato en junio de 2012).
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