La obsesión del Manchester City

Que Pep Guardiola es uno de los mejores entrenadores del planeta, es una obviedad. Pese a la eterna persecución que ha sufrido por parte de varios sectores de la prensa de este país, el de Sampedor se ha encargado de llevar la batuta de una serie de proyectos que serán recordados durante muchos años. La obra maestra la ejecutó en el FC Barcelona, algo que intentó plasmar en el Bayern Múnich y que, paso a paso, va asimilando cada día más en su actual proyecto: el Manchester City.

Los británicos se alzaron con todos los títulos en los que participaron en Reino Unido a lo largo del pasado curso, donde cabe destacar la lucha titánica con el Liverpool de Jürgen Klopp en la Premier League. Precisamente, sería la entidad de Anfield la que conquistaría en el Wanda Metropolitano la espina que tiene atravesada Guardiola desde que salió de la Ciudad Condal: la Champions.

Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid fueron sus verdugos cuando estaba en Múnich, al tiempo que AS Mónaco, Liverpool y Tottenham Hotspur han frenado su progresión con el City en la consecución de la 'orejona'. Los citizen, al igual que el PSG, están obligados a a dar ese salto tan necesario para ser un equipo realmente poderoso y temido en el Viejo Continente.

¿Será capaz Guardiola de engrasar a la perfección su maquinaria este curso 2019-2020? Si lo consigue, muchos dirán que se habrá debido a la multimillonaria inversión efectuada por el Manchester City desde su aterrizaje en 2016. En parte, algo de razón hay en ese argumento, pero, al menos bajo mi humilde punto de vista, es un análisis demasiado pobre de todo el trabajo que hay detrás de un auténtico experto como es el catalán (y su cuerpo técnico). Si "fracasa" en su intento, volverán a echarle a los perros. Bendito fracaso haberse convertido en el dueño y señor del deporte rey en Inglaterra tanto en juego como en títulos.