Un tanto de Ayoub El Kaabi en el final de la prórroga le da el título a Olympiakos. Los helenos estrenan palmarés continental y la Fiorentina se queda de nuevo con la miel en los labios en la recta final del choque. Segundo campeonato consecutivo en el viejo continente para José Luis Mendilibar, héroe inesperado de nuevo en este curso.
En Atenas, en el hogar del AEK que es eterno rival de Olympiakos, los de José Luis Mendilibar ejercían como locales hoy en la final de la Conference League ante la Fiorentina. Los italianos querían vengarse de su derrota del año pasado ante el West Ham, mientras los griegos jugaban en casa con un ambiente espectacular para lograr su primer entorchado europeo, ya que la de hoy era su primera final en la historia.
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Muchos alicientes por tanto para un encuentro que, si bien es la final menor de todas las del curso, nos dejó muchas acciones de peligro y gran energía. Daniel Podence metió miedo por banda izquierda desde el primer momento para los locales, más centrados en adueñarse de la pelota. Y que anotaron en el 9' por medio de Nikola Milenkovic, gol anulado por fuera de juego pero que ya dejó claras esas intenciones de los italianos.
Los helenos también amenazaron con El Kaabi de por medio, pero poco a poco el peso del partido recaía del lado viola. En el 30' Giacomo Bonaventura dejaba apsar la mejor ocasión de los suyos, que se encontraron con la mala fortuna y un gran Tzolakis que estuvo inmenso en el primer acto. El cual concluía sin goles.
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Poco fútbol y mucho miedo
Tras esa primera parte con alto ritmo y ocasiones, el encuentro dio un giro radical después. Menos juego en la segunda parte, especialmente tras la lesión de Retsos que estuvo cerca de salir del terreno de juego. Y es que los minutos pasaban y ninguna de las escuadras arriesgaba demasiado. Los italiano mantenían más pelota, eso sí, pero los helenos apenas asomaban al área de los de Vincenzo Italiano.
A la espera de cambios y de situaciones que agitaran el encuentro, los italianos gozaron de dos oportunidades seguidas de Milenkovic y Kouamé. Y siguieron o incluso aumentaron los ataques visitantes porque Nzola respondió en su entrada al campo por Andrea Belotti, marcando diferencias. Aunque en el 79' la ocasión más clara de la segunda mitad fue un remate de Vicente Iborra que salía rozando el palo.
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Pero poco a poco y conforme pasaban los minutos, ninguno de los equipos quiso arriesgar demasiado y empezaron a ver la prórroga con mejores ojos. Desenlace inetivable de un duelo que había ido de más a menos y que nadie era capaz de poder desequilibrar.
El Kaabi decide con suspense
La segunda parte comenzaba con susto de los helenos, curiosamente de un ex como es Stevan Jovetic. Y es que gozaron de las mejores oportunidades los hombres de José Luis Mendilibar, que llegaron mejor al tiempo suplementario. Milenkovic y Martínez Quarta sostenían a los italianos con un gran trabajo defensivo.
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Pero continuó ese acoso de los griegos, que en el 116' encontraban premio. Ayoub El Kaabi lograba anotar tras un partido errático para desnivelar el choque sin apenas tiempo de reacción. Un gol con dudas que el VAR revisó para finalmente conceder. Y que da el título a los hoy locales, el primero europeo de su historia. Del que José Luis Mendilibar será ya héroe eterno en El Pireo, demostrando de nuevo que el final de su carrera como entrenador le deparaba grandes alegrías. La Fiorentina, de nuevo de forma cruel, se quedaba con la miel en los labios.
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