Tensión creciente en el vestuario del Real Madrid

La contundente victoria intersemanal del Real Madrid por 5-0 en la Liga de Campeones en Almaty, no ha logrado calmar las aguas en el seno del club blanco. El aire del Oriente no ha sentado bien a todos, y lo que al principio eran meras molestias de inicio de temporada se están convirtiendo en problemas serios dentro del vestuario. Casos como los de Valverde, Vinicius, Rodrygo, Brahim Díaz o Endrick se acumulan, y el entrenador Xabi Alonso ya empieza a mostrar signos de fatiga ante esta situación.

El caso del uruguayo Fede Valverde es el más evidente. Según informó la Cadena Ser durante la semana, existe un conflicto por su posición en el campo. El habitual mediocentro no querría seguir improvisando como lateral derecho, dada la baja por lesión de Trent Alexander-Arnold y Dani Carvajal. Ante el revuelo generado, Valverde se vio obligado a desmentirlo mediante un comunicado en sus redes sociales, intentando apaciguar el fuego que él mismo avivó sin querer.

Los problemas se extienden a otros nombres clave. Rodrygo Goes, por ejemplo, expresa su descontento con una utilización intermitente: solo ha sido titular en dos de los nueve partidos desde la pretemporada, y aún no ha marcado un gol. Al menos, ha evitado ventilar sus quejas en los medios. El martes en Kazajistán, Vinicius Junior abandonó el terreno de juego furioso a falta de 20 minutos, molesto por su sustitución. Xabi Alonso tuvo que sofocar el conato de incendio en la rueda de prensa posterior.

Varios jugadores en el foco

El entrenador blanco se enfrenta por primera vez en su corta carrera como entrenador a un vestuario donde la gestión de egos pesa tanto como su implementación táctica. "Si algunos están decepcionados por no jugar, es normal y tenemos que convivir con ello", explicó Alonso antes de recibir esta noche al Villarreal (21.00 horas). Sin embargo, las tensiones no cesan, y el vestuario blanco se resiente de esta acumulación de desavenencias.

L’Équipe revelaba esta mañana que Rodrygo y Brahim Díaz no entienden cómo Franco Mastantuono, un joven de sólo 18 años, les ha adelantado ya en la jerarquía del equipo. Esta promoción mete presión en un grupo donde la competencia es feroz, y el malestar se filtra gota a gota. Alonso, que llegó con aires de renovación, debe equilibrar el talento joven con las expectativas de los veteranos.

Incluso Jude Bellingham, estrella indiscutible, alberga temores similares. Durante su convalecencia por lesión, la ascensión de Arda Güler le genera inquietud, viéndolo como una amenaza para su rol protagonista. Con el Real Madrid en plena lucha por todos los frentes, estas fisuras internas podrían costar caro si no se resuelven pronto. El vestuario necesita unidad, no más chispas.