Primera División

Barcelona: La guinda del pastel blaugrana

Por Iván Vargas
2 min.

Después de una temporada para olvidar, con un tercer puesto que nadie esperaba y sin llegar a dar en ningún momento sensación de equipo formado y con aspiraciones de alzarse con algún trofeo, elFC Barcelona se ha movido con premura de cara a reforzar su plantilla y conjuntar al equipo lo antes posible para así aspirar a todo el próximo curso.

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Así, el conjunto blaugrana –con la llegada de Alves, Pique y Keita- se focalizó en un principio en reforzar el área de contención, una de las zonas que más problemas tuvo la pasada temporada y que con la lesión de Milito se podría haber agravado. Tras esto, le tocó el turno a la zona de creación, con la llegada del bielorruso Hleb, procedente del Arsenal, y por el que a punto estuvo de adelantarse el Bayer de Munich.

Con todo y con esto, se trata de cuatro jugadores, cuatro nombres que vienen a acompañar a la ya de por si potente plantilla culé, pese a que el año que viene no contará con Deco (que salió con destino al Chelsea) y Ronaldinho (Milán). Pese a que junto a éstos parecía que el camerunés Samuel Eto’o también iba a coger la puerta de salida del Nou Camp, lo cierto es que la falta de ofertas importantes por el ariete podrían suponer un serio hándicap a su marcha.

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El ansiado «9»

El Barcelona tiene la intención de suplir la salida del africana con la llegada de un delantero de garantías, puesto para el cual vienen sonando los nombres de Drogba, Adebayor, o más recientemente Benzema. Pero realmente, ¿necesita el conjunto culé más refuerzos de cara a afrontar la próxima campaña?. A tenor del juego y los resultados que han venido sucediéndose esta pretemporada lo cierto es que no lo parece, pero la marcha de Messi a los JJOO y alguna lesión inesperada –como sucedió el pasado año- podría despertar viejos fantasmas.

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Además, si Eto’o no abandonara la disciplina blaugrana este verano, estaríamos ante una doble disyuntiva: la primera y más deseable para los intereses de Guardiola sería que volviera a ser el delantero resolutivo y eficaz que siempre ha sido; mientras que la segunda podría derivar en volverse a encontrar con el jugador díscolo, charlatán, poco solidario con sus compañeros y que es capaz de "borrarse" de un partido porque tiene que hacer un pasillo…

Se trata, por tanto, de una apuesta muy complicada para la secretaría técnica azulgrana, a la que las urgencias después de dos años en blanco, pueden pesar mucho más de la cuenta.

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¿Tú que harías?

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