El Chelsea tumba a Palmeiras en la prórroga y conquista el Mundial de Clubes

Por Pedro Parra
2 min.
Los jugadores del Chelsea celebran uno de sus goles @Maxppp

Después de un duelo bastante nivelado, con ocasiones para ambos conjuntos, los de Thomas Tuchel se llevarían el gato al agua por este entorchado gracias a un tanto decisivo de Kai Havertz en el tiempo extra.

El plato fuerte del menú de fútbol internacional de este sábado 12 de febrero tendría lugar en el Estadio Mohammed Bin Zayed (Abu Dabi). Un escenario que acogía la interesante final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, entorchado donde el Chelsea partía con la vitola de favorito. Eso sí, cabe recordar que los hombres preparados por Thomas Tuchel tan solo pudieron doblegar al Al-Hilal por la mínima. Por lo que respecta a Palmeiras, había sido capaz de noquear al Al-Ahly.

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Callum Hudson-Odoi tendría la primera acción del choque, si bien es cierto que pecaría de individualista al no buscar la asociación con Kai Havertz. Poco después, sería Mason Mount el que lo intentaría en una jugada de estrategia. La réplica de los brasileños llegaría con una doble oportunidad, si bien es cierto que Edouard Mendy no tendría demasiadas dificultades para atajar el esférico.

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Dudu probaría fortuna con un par de acciones ofensivas, una de ellas al ser habilitado por Zé Rafael. La nota negativa, en forma de lesión, la firmaría un Mount que tendría que ser reemplazado por Christian Pulisic a la media hora de la batalla. De hecho, el que fuera futbolista del Borussia Dortmund pasó rápidamente a la acción, aunque su golpeo se perdería por encima del travesaño.

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Kai Havertz le da un nuevo título al Chelsea

Andreas Christensen, en la lista de la compra del FC Barcelona (puede ser agente libre en verano), irrumpiría en acción para detener el contraataque de Palmeiras. Thiago Silva, otro de los centrales del Chelsea, propiciaría que Weverton realizase una estupenda intervención. Ya en la segunda mitad, Romelu Lukaku conectaría un certero testarazo para llevar a buen puerto el centro medido de Hudson-Odoi (1 – 0).

Casi de inmediato, el colegiado (a instancias del VAR) decretaría una pena máxima cometida por Thiago Silva sobre Rony. Una ocasión que no desperdiciaría Raphael Veiga, superando a Mendy desde los 11 metros (1 – 1). Así las cosas, esta final tendría que resolverse en la prórroga. Cuando todo hacía indicar que el título se decidiría en la fatídica tanda de penaltis, emergería la figura de un Havertz que le concedería al Chelsea la gloria en el Mundial de Clubes desde los 11 metros (2 – 1). Además, Palmeiras acabaría en inferioridad numérica por la expulsión de Luan.

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