Es una de las grandes prioridades del club a corto plazo y por eso se ha trabajado para prorrogar su contrato, a la espera de que la nueva Junta lo pueda ratificar.
El FC Barcelona tiene, además de los lógicos compromisos de esta temporada en la que el calendario estará muy apretado, unas elecciones convocadas para el 24 de enero que aclararán el panorama. Con la nueva junta en acción, las prioridades serán primero económicas porque es posible que apenas haya oportunidades en el mercado de invierno.
Y después planificar la siguiente temporada con las bases de la actual, marcada por la pandemia. Los culés, eso sí, no dejarán de lado una prioridad que será una de sus primeras acciones a realizar como es la renovación de Ansu Fati. Aunque nos cuenta este sábado el diario Marca que ya está encarrilada.
Más allá de 2022
El vínculo del delantero termina ahora en 2022 y evidentemente la idea del club catalán es la de estirarlo, ya que tiene una cláusula de rescisión de 400 M€ pero una duración corta que puede hacer peligrar su continuidad. En cualquier caso informa el citado medio de que ya hay acuerdo con el jugador a través de su agente.
Jorge Mendes lleva ahora sus asuntos y las conversaciones están muy avanzadas. Esa continuidad está encarrilada, cerrada a falta de que la nueva junta la confirme y con algunos detalles por pulir. Habrá que esperar previsiblemente hasta febrero.
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