Los de Xavi Hernández firman un partido bastante mediocre donde sufrieron en exceso, especialmente en la segunda parte. Un error de bulto de Romário Baró al filo del descanso era aprovechado por Ferran Torres para anotar el único gol del choque. Los culés se llevan tres puntos vitales pero pierden a Robert Lewandowski, lesionado, y a Gavi para la siguiente jornada.
Turín, París, Roma, Liverpool, Lisboa, Múnich, Milán… Demasiados fiascos europeos acumulaba el FC Barcelona en los años recientes. Esta noche tocaba la, a priori, visita más complicada del grupo en casa del Oporto. Partido al que los culés llegaban con bastantes bajas, algunas dudas y donde pronto se vio que no sería una noche sencilla. Los lusos también estaban sin sus centrales titulares pero mostraron un planteamiento atrevido desde el comienzo.
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Acumularon muy buenas opciones en el primer acto y sobre todo impidieron que los catalanes lograran hacerse con el control de la pelota y el encuentro. Marc-André ter Stegen salvaba una clara en el 18' y Eustaquio no estuvo acertado. Lamine Yamal mostraba tener una marcha más y muchos recursos en ataque, pero era Joao Felix el más activo del encuentro para los culés. Aunque sin acierto en los metros finales. Mientras sus compañeros sufrían en transiciones defensivas y se mostraban a veces sobrepasados.
Curiosamente los culés también generaron más peligro en esas contras, con espacios, porque no acertaban a trenzar buenas jugadas de ataque en estático, con un ritmo lento y muchas imprecisiones. Por si fuera, poco, Robert Lewandowski tenía que marcharse lesionado en el 34' por una falta previa y con una ostensible cojera. Entraba Ferran Torres y los de Xavi Hernández seguían perdidos. Pero el Tiburón está de dulce este curso, y en el 46' tras un error grosero de Romario Baró, futbolista bien armado para "labores de brocha gorda" pero poco eficiente en la salida de pelota, dejaba el balón franco a Ilkay Gündogan para que sirviera al de Foios, quien anotaba por bajo a la salida de Diogo Costa. Un gran premio que se llevaban los visitantes en una primera parte gris.
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El FC Barcelona se abona a sufrir
En la segunda parte siguieron los sustos. No solamente Marc-André ter Stegen aparecía sino que también hubo dos acciones absolutamente vitales de los dos centrales. Jules Koundé y Ronald Araujo rectificaron a tiempo haciendo gala de su rapidez para impedir dos acciones peligrosas del Oporto. También Joao Cancelo estorbaba lo justo a Taremi en el 65' para evitar el gol del empate.
Todo ello sin que el FC Barcelona se decidiera en la segunda mitad a atacar más o a defenderse con la pelota. Hasta que mediado el segundo acto entraban Fermín López y Sergi Roberto para dar aire al equipo. Aunque los mayores sufrimientos de los catalanes estaban por llegar. El árbitro anularía un penalti por manos de Joao Cancelo tras consulta del VAR por mano previa de Eustaquio. Y otro gol posterior de los lusos en fuera de juego.
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Los culés achicaban balones como podían y su entrenador se olvidaba del famoso ADN para priorizar el resultado, que era mejor de lo esperado por lo visto sobre el terreno de juego. Entre pérdidas de tiempo, poco ritmo y lesiones variadas. Y con la expulsión de Gavi en el descuento por doble amarilla. Pero al final los catalanes lograron retener los tres puntos, lo más importante en una noche para olvidar y en la que los azulgranas empiezan a sacudirse, de forma inesperada, un tanto los fantasmas de los dos últimos años. Aunque queda mucho por mejorar en este equipo.
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