El PSG llegaba al Roazhon Park, de Rennes, invicto, contando sus partidos como victorias. La superioridad de los parisinos al resto de la liga es un hecho constatable, contando con jugadores de la talla de Mauro Icardi como suplentes, ganando partidos donde los de Pochettino no habían brillado.
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Las individualidades marcan la diferencia en los partidos apretados, y en este caso el PSG cuenta con 3 de los mejores jugadores del planeta: Leo Messi, Neymar Jr y Kylian Mbappé. Por su parte el Stade Rennais llegaba al partido con una buena dinámica después de perder 3 de los últimos 5 partidos.
El encuentro estaba cerca de llegar al descanso con empate a 0, pero un gran centro de Kamaldeen Sulemana rematado por Gaëtan Laborde daría ventaja a los locales. Una ventaja que se doblaría en el primer minuto de la segunda parte, con el Rennes cogiendo a la defensa parisina descolocada y Flavien Tait rematando a placer desde el punto de penalti.
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El PSG buscaría el empate, con un gran tiro de Leo Messi de falta que se estallaría en el poste, y un gol de Kylian Mbappé anulado. Los locales consiguieron mantener la ventaja sobre los parisinos, e incluso estuvieron a punto de hacer el 3-0 antes de que el VAR anulase el penalti. De esta manera, el PSG ha estrenado el casillero de derrotas, si bien sigue siendo el claro favorito para llevarse una Ligue 1 sin demasiada oposición
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