La directiva del Celta de Vigo quiere deshacerse de dos jugadores que no entran en sus planes de cara al futuro: los centrales David Costas (25 años) y Jorge Sáenz (24). Según cuenta As, para forzar su salida, el club no ha dudado en apartarles del equipo y obligarles a entrenar en solitario en doble sesión y sin contacto con el balón.
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El primero mantiene contrato hasta junio de 2022 y ha puesto como condición para cambiar de aires que la entidad le conceda la carta de libertad. El segundo, por su parte, juega actualmente en calidad de cedido por un Valencia que debería pagar una indemnización en caso de querer recuperarle.
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