Encarriló el partido de Turín y también la importante victoria ante el Real Betis del pasado sábado. Al fin vemos una versión aceptable y esperemos regular del galo.
No parece haber un once tipo claro en el ataque del FC Barcelona y eso es bueno para la competencia interna, si bien la asignatura del gol debe seguir mejorando. Ante el Real Betis goleaban los catalanes tras desperdiciar muchas ocasiones primero y con uno más al final. En cualquier caso el triunfo lo encarrilaba Ousmane Dembélé.
El galo se inventaba un gol prácticamente él solo, como hiciera en Turín y mostrando una de sus grandes virtudes que es el disparo. Deberá soltarse más porque los azulgranas lo necesitan sin duda alguna en este curso de transición en el que se encuentran. Pero tras tres campañas marcadas por las lesiones al fin vemos brillar al francés.
La asignatura de la regularidad
El balance de 3 goles y 1 asistencia en 8 partidos es como para estar contentos. Desde su millonario fichaje en 2017 no había tenido tanta regularidad, y en su mejor campaña hizo 14 dianas. Además le pueden favorecer dos cosas: los continuos cambios en ataque del nuevo entrenador y que el foco mediático no le apunta tanto a él como a Antoine Griezmann e incluso a Messi.
Con ambas estrellas en el punto de mira, jóvenes como Pedri, Ansu Fati o Trincao pujando, el galo está en un nivel intermedio estupendo, parece haber encontrado su zona de confort. Le falta defender más pero el esquema del holandés dando importancia a los extremos y colocándolo en la derecha también le conviene. ¿Habrá llegado su momento?
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