El Inter de Milán sufrió un duro varapalo anímico al dar su brazo a torcer en las semifinales de la Coppa de Italia contra el Nápoles, club que acabaría conquistando al derrotar a la Juventus de Turín en la gran final (por penaltis). Pese a ello, recuperó sensaciones positivas al imponerse a la Sampdoria al Giuseppe Meazza, estadio en el que también iba a recibir la visita del Sassuolo. Una cita, dicho sea de paso, perteneciente a la 27ª jornada de la Serie A.
Arrancaría la contienda de manera muy positiva para el cuadro visitante, dado que Francesco Caputo provocaría la estupefacción de Antonio Conte al subir el 0 – 1 al electrónico. Pese a ello, la entidad nerazzurri no le perdería la cara al choque y voltearía la tortilla antes del entreacto. En primera instancia, Romelu Lukaku devolvería la paridad al marcador desde el punto fatídico (1 – 1), al tiempo que Cristiano Biraghi convertiría el 2 – 1 en el tiempo extra.
Los últimos minutos de la contienda serían realmente apasionantes. El Inter tenía el encuentro controlado, pero Domenico Berardi establecería el 2 – 2 al no desperdiciar su oportunidad desde los 11 metros. Sin embargo, Borja Valero, que podría cambiar de aires en la ventana de transferencias de verano, pondría el 3 – 2 casi de inmediato. Cuando todo hacía indicar que la victoria se quedaría en el zurrón de los de Conte, Giangiacomo Magnani anotaría el que, a la postre, sería el definitivo 3 – 3. Además, Milan Skriniar sería expulsado en las postrimerías del envite.
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