FC Barcelona-Athletic, el desequilibrado duelo de las canteras

El pasado fin de semana, durante muchos minutos, el FC Barcelona mantuvo sobre el césped del Ciutat de Valencia a 11 canteranos. Aunque se puede discutir si algunos jugadores como Pedro o Jordi Alba pueden recibir ese calificativo, lo cierto es que todos ellos, en algún momento de su carrera profesional, han pasado por las categorías inferiores del club azulgrana.

Cuestiones numéricas al margen, resulta evidente que en los últimos tiempos, gracias al impulso de Pep Guardiola y al continuismo de Tito Vilanova, los jugadores formados en La Masía se han encontrado con muchas más opciones de dar el salto al primer equipo que en otras épocas en las que, por ejemplo, la directiva se empeñaba en apostar por futbolistas holandeses.

Este fin de semana, el cuadro barcelonista se mide al club canterano por excelencia, el Athletic de Bilbao. Los vascos, por su particular filosofía, siempre han dado cobijo a multitud de jugadores formados en Lezama. Eso sí, no siempre el resultado ha sido el esperado. De hecho, desde que se retiró Julen Guerrero, ninguno de sus cachorros ha conseguido acercarse al primer plano de la élite mundial.

Canteras con trayectorias dispares

Ante los culés, si Marcelo Bielsa repite el once inicial que ha utilizado con mayor frecuencia, los rojiblancos podrían comparecer con 8 canteranos (Andoni Iraola, Borja Ekiza, Fernando Amorebieta, Jon Aurtenetxe, Ander Iturraspe, Iker Muniain, Markel Susaeta y Aritz Aduriz), una cifra que debe resultar envidiable para la mayoría de las escuadras del continente.

Puestos a comparar, poco tienen que ver estos nombres con los de Leo Messi, Xavi Hernández, Andrés Iniesta o Gerard Pique, jugadores que han progresado a una velocidad mucho mayor y que han dado forma al, posiblemente, mejor FC Barcelona de la historia.

Partiendo de esta evidente diferencia de plantel y tomando en consideración la trayectoria de ambos clubes -imparable la azulgrana, decadente la rojiblanca- el duelo de las canteras parece este año más desequilibrado que nunca. ¿Será capaz el Athletic de romper los pronósticos?